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FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El Consejo Local de Salud de Filadelfia realizó su asamblea ordinaria para informar sobre los servicios del puesto de salud municipal Amistad, que opera como único servicio de salud pública en esta ciudad. Los demás son privados y los pacientes deben pagar el costo.
El director médico del puesto de salud, Iván Vera, aprovechó la ocasión para cuestionar que el Ministerio de Salud no se haya dado cuenta todavía de que la ciudad de Filadelfia es la capital de Boquerón y como tal merece contar con un hospital público, como ocurre en otros departamentos. Afirmó que esto no es ningún capricho, sino un derecho legal y si el Ministerio de Salud no lo hace, alguien tiene que hacerlo, en alusión a un emprendimiento local que intenta organizar para el futuro un hospital municipal, ante la desidia ministerial.
Vera advirtió que aproximadamente el 30 % de la población local no tiene cobertura médica; se enferma, pero no acude a un médico por falta de dinero porque todo el sistema hospitalario local es privado. También lamentó que solo existe un servicio neurosiquiátrico privado en Filadelfia, inaccesible para personas de escasos recursos monetarios.
Alertó que existe una creciente cantidad de problemas sociales, con insuficiente o ninguna atención en el Chaco Central, pero con múltiples repercusiones para el normal desenvolvimiento de la sociedad local, como el alcoholismo, la prostitución, violencia doméstica, la malnutrición de niños pequeños de familias pobres, embarazos precoces, accidentes de tránsito y laborales.
Con un presupuesto de G. 1.325 millones el puesto de salud atendió en 2016 a más de 12.300 personas, la mayoría de escasos recursos económicos. Cuenta con seis médicos, dos odontólogos, una bioquímica, entre otros.
De estos ingresos la Municipalidad aportó 570 millones (42 %) y G. 400 millones (30 %) corresponden al fondo de equidad transferido por el Ministerio de Salud Pública (MSP). La cartera de Estado incumplió con el depósito de G. 40 millones mensuales y hubo retrasos de hasta seis meses en las transferencias, lo que afectó los servicios.