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El presidente Mauricio Macri ha dicho que la suba es necesaria para recortar los amplios subsidios que otorgaba el Estado, que explican una gran parte del déficit fiscal. Pero críticos aseguran que las nuevas tarifas son demasiado altas para los usuarios residenciales y las pequeñas empresas.
Con velas en las manos para representar las consecuencias que sufrirían muchos argentinos que no podrían costear el servicio de electricidad, los manifestantes –entre quienes había sindicalistas y miembros de la oposición– se acercaron al Congreso para pedir que se revea la decisión oficial.
“Basta de tarifazos”, decía una bandera de un grupo de sindicalistas. Luego de una protesta con ruidos de cacerolas el miércoles, las acciones de empresas energéticas de Argentina cayeron el jueves por la preocupación de que el Gobierno se vea presionado a revertir los aumentos previstos para las tarifas.