Aseguran que el fiscal Nisman fue asesinado

BUENOS AIRES (EFE). Andrea Paula Garfunkel, prima de Alberto Nisman, que acaba de publicar un libro sobre el caso, sostiene que el fiscal fue víctima de un “magnicidio que proviene del poder” y desconfía de la posibilidad de que alguna vez se conozca la verdad.

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Bajo el título “In memoriam”, Garfunkel recopila en su libro los textos que escribió desde el pasado 18 de enero, fecha en la que Nisman fue hallado en su domicilio de Buenos Aires con un disparo en la sien, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por encubrimiento a terroristas.

Al igual que otros miembros de la familia de Nisman, como la propia exmujer del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, Garfunkel se muestra convencida de que su primo no se suicidó.

“Estoy absolutamente convencida de que fue un magnicidio. Él era un fiscal de la nación que acababa de denunciar a la presidenta y a otros funcionarios del Gobierno y por eso lo encuadro en un magnicidio”, explica.

“Y, además, porque entiendo que viene del poder, de cualquier tipo: el político, el fundamentalismo islámico, de los organismos de inteligencia... De dónde fuere, pero sé que proviene de ahí”, añade.

Garfunkel basa su planteamiento en las circunstancias sospechosas del caso, como la demora de los escoltas para acceder a la vivienda de Nisman el día en que fue encontrado muerto o la aparición del pijama del fiscal doblado, una práctica poca habitual que, a su juicio, demostraría que la noche previa no habría dormido.

Considera también que la escena fue “arteramente contaminada” y que por tanto la investigación “nunca” va a aclarar las circunstancias de la muerte.

Las últimas imágenes sobre las irregularidades en la investigación difundidas por una cadena local, en la que se ve a peritos limpiando el arma encontrada junto al cuerpo con papel higiénico, reflejan algo que “ya se sabía”, pero impactaron a la familia, reconoce.

“No sé quién fue el responsable de la muerte de Nisman”, recalca Garfunkel, pero subraya que los guardaespaldas no cumplieron su función de proteger al fiscal especial de la causa que investigaba el atentado contra la mutua judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994 en Buenos Aires. “La causa AMIA era el eje de su vida, lo único que tenía como eje en la vida era llegar a la verdad”, asegura.

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