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Dentro del vehículo, tres jóvenes mujeres dan la bienvenida a los visitantes con una amplia sonrisa.
Cerca de allí, Linda, una afroamericana de 63 años, que llegó con un grupo de su iglesia, dijo que animan a las mujeres jóvenes que van camino a la clínica de abortos a que suban al ómnibus y se sometan a una ecografía.
“Esto da una oportunidad a las mujeres de escuchar el latido del corazón y que se den cuenta de que es un humano”, dijo.
Linda dijo que quiere “salvar las vidas de los no nacidos”.
Por otra parte, Mary Maschmeier, de 69 años, fundadora de los “Defensores de los no nacidos”, aboga por acciones más firmes.
“Prefiero decir la verdad sobre el horror del aborto”, dijo, y agregó que viene todos los sábados a las “fábricas de abortos” para manifestar su repudio.
Según relata Mary, ya fue arrestada unas seis veces por sus protestas contra el aborto.