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MADRID (AFP).Carromero sostiene en el libro “Muerte bajo sospecha” que un vehículo de la policía secreta cubana los embistió aquel día para “eliminar a dos personas muy importantes de la disidencia y por tanto muy peligrosas para la dictadura comunista”.
“La realidad es que ni Oswaldo ni Harold murieron en el momento, la realidad es que no hubo ningún choque con ningún árbol, la realidad es que nos sacaron de la carretera y se deshicieron de los dos disidentes cubanos, por eso los dos europeos estamos ilesos”, afirmó.
Denunciando “una manipulación muy burda de los hechos”, Carromero calificó de “inverosímiles” las fotos presentadas por las autoridades cubanas.
“Hay veces que en la foto el coche está al lado de un riachuelo, otras veces al lado del camino y otras en medio de la selva. Hay fotos en las que el parachoques aparece puesto, en otras aparece caído. Si veis el golpe, hay fotos en las que el embellecedor aparece puesto sobre el golpe, en otras también está hundido” , enumeró.
Y reafirmó haber sido obligado por militares cubanos a dar una versión falsa de lo ocurrido.
“A mí me llevan a un hospital donde lo primero que digo es que nos han sacado de la carretera y nos han chocado. Ahí me golpean, el hospital se militariza, consigo mandar un mensaje a España diciendo ‘socorro, estoy rodeado de militares’ y ahí es cuando, después de golpearme me obligan a cambiar la versión”, explicó.
Su declaración quedó grabada en “un video propio de los secuestrados de Al Qaeda o cualquier otra organización terrorista” , afirmó. “Es un video en el que se me ve que tengo la cara golpeada, que se me ve que me cuesta hablar, que se ve que estoy leyendo”.