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“Evo Morales no puede negar la existencia del niño porque hasta 2010 le enviaba US$ 100 de pensión a su hijo y ese dinero no alcanzaba para su manutención”, afirmó Zapata.
A principios de mes el periodista Carlos Valverde reveló la relación sentimental de la mujer y el Presidente y la existencia de un hijo, dos hechos guardados por el Gobierno como secretos de Estado.
Zapata, de 28 años, rompió su silencio, tras conocer las declaraciones del vicepresidente Álvaro García y del fiscal General, Ramiro Guerrero, quienes señalaron en la víspera que el infante no existe y que ella fraguó certificados de nacimiento y de maternidad.
Zapata señaló: “Ya no voy a callarme”, y luego aseveró que “Evo Morales no era el monstruo que es hoy”.
Indicó que “incluso en una oportunidad lo he llevado (al niño que hoy debería tener entre 8 y 9 años) al Palacio y viera el escándalo que se ha armado”.
Su queja a los diarios fue profunda: “¿Cómo pueden maltratar a una mujer por intereses políticos? Me están dando muerte civil, no entiendo el odio del vicepresidente (Álvaro García), es como si creyeran que yo tramé todo y que fragüé todo, cuando ellos son responsables de lo que ocurre”.
“Acá se trata de la vida de mi hijo, de su nombre y su existencia que está siendo cuestionada, no quiero imaginar con qué fines”, apuntó.
El infante aún no ha sido mostrado, mientras el Gobierno dio hasta la fecha dos versiones: una por boca del propio Morales, quien reconoció que el menor nació, pero dijo que luego le dijeron que murió (y él nunca fue al funeral ni preguntó nada sobre esa supuesta muerte), y ahora una nueva donde el oficialismo asegura que nunca existió.