Cargando...
Tras siete años de trabajo, el Arsat-1, fabricado por la estatal firma Invap en la sureña ciudad argentina de Bariloche, fue lanzado ayer a las 21:44 GMT desde la base espacial Kourou, de la Guayana Francesa, en el cohete Ariane 5.
El satélite, que se desprendió del cohete a las 22:17 GMT y ya es monitoreado por una estación de control en la localidad bonaerense de Benavídez, alcanzará en un período de unos diez días su posición orbital, a casi 36.000 kilómetros de altura.
El lanzamiento fue seguido desde la estación en la Guyana Francesa por el ministro de Planificación argentino, Julio de Vido, y la ministra de Enseñanza Superior e Investigación francesa, Najat Vallaud-Belkacem, y fue transmitido en directo en Argentina por la canal de la Tv Pública.
Una vez que la operación fue considerada “exitosa” por los responsables del lanzamiento, la presidenta argentina, Cristina Fernández, dio una mensaje por la cadena nacional de radio y televisión en la que se mostró emocionada y con un “gran orgullo” por este acontecimiento “histórico” para el país.
“Siento un inmenso orgullo como argentina, como presidenta de todos los argentinos. (...) Ya están desplegadas las alas del Arsat y también están desplegadas las alas de los argentinos y de Argentina”, dijo la mandataria.
Alas de Argentina desplegadas
Cristina afirmó que “en tiempos en que los fondos buitre, con alas negras, quieren embargar el presente de Argentina e hipotecar la vida de millones de argentinos y que otros de adentro quieren derogar los sueños y el futuro, decimos que el futuro no se deroga y que las alas de Argentina están desplegadas”.
“Son las alas blancas del progreso, de la ciencia, de la tecnología, de la libertad, de la igualdad, las alas de la patria”, concluyó Fernández, entre lágrimas.
El Arsat-1, de tres toneladas de peso y una vida útil calculada en unos quince años, ofrecerá una amplia variedad de servicios de telecomunicaciones como telefonía, televisión y transmisión de datos, a Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.