Toni Anderson dijo a medios estadounidenses que crió sola a su hija, ahora de 52 años, después de divorciarse de Donald Lenhart a fines de los años 60.
Lenhart debía pagarle 210 dólares al mes de pensión alimentaria durante 30 meses, y luego 160 mensuales hasta que su hija tuviera 18 años.
Pero el hombre no pagó nada y luego se mudó a Canadá, donde tuvo una nueva pareja y otros dos hijos. “Desapareció completamente”, dijo Anderson, diseñadora de interiores jubilada.
La mujer contó que tuvo varios trabajos y dependía de cupones de alimentos para llegar a fin de mes, además de ayudar a su hija a cursar estudios universitarios.
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Anderson indicó que el año pasado se dio cuenta de que la ley de California establecía que tenía derecho a la pensión alimentaria y rastreó a su exmarido hasta Oregon, donde vive actualmente.
La cifra que Lenhart le debía era de 35.000 dólares, pero finalmente fue de 160.000 dólares con intereses y multas. La pareja llegó a un acuerdo por 150.000 dólares que deberán ser pagados durante dos años.