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RÍO DE JANEIRO (AFP). Un documento de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) publicado ayer por el diario Folha de São Paulo revela al menos tres operaciones de contraespionaje cuyos blancos eran agentes franceses y sus contactos en Alcántara, en el estado de Maranhão, no muy lejos de la base espacial de Kourou, en la Guayana francesa.
Al final, la ABIN no encontró ninguna evidencia de sabotaje de los franceses en la explosión del 22 de agosto de 2003, provocada por un problema eléctrico.
La presidencia de Brasil y la Embajada de Francia en Brasilia, consultados por la AFP, rechazaron comentar la información.
El lunes, el Gobierno brasileño admitió que espió a diplomáticos rusos, iraníes e iraquíes, así como salones alquilados por la Embajada estadounidense en Brasilia, luego de que Folha de São Paulo revelara un documento que daba cuenta de las operaciones.
Fueron “operaciones de contrainteligencia” ejecutadas hace diez años, dijo el lunes la Presidencia de Brasil en un comunicado.
“Las operaciones citadas (...) obedecieron a la legislación brasileña de protección de los intereses nacionales”, añadió.
La base de Alcántara –hoy en curso de reconstrucción– es considerada como una de las mejores bases del mundo para el lanzamiento de cohetes con satélites: su proximidad con el Ecuador permite un ahorro de 30% de combustible.
Es la principal competidora de la base francesa de Kourou.