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MADRID y BARCELONA, España (EFE). Mientras, el Gobierno de España defendió restablecer la legalidad perdida por la deriva separatista y se mantuvo dispuesto a adoptar medidas.
El presidente regional catalán, Carles Puigdemont, protagonizó una jornada de zozobra, en la que pasó por varias hipótesis, hasta decir finalmente en una comparecencia ante la prensa que no convocará elecciones anticipadas y dejar en manos del Parlamento autonómico la potestad de hacer, hoy, una declaración unilateral de independencia.
La confusión se mantuvo durante gran parte de la jornada, ya que a mediodía, durante una reunión con su grupo parlamentario, Junts pel Sí (conservadores y neocomunsitas), Puigdemont trasladó el mensaje de que estaba dispuesto a convocar comicios antes de que el Senado español aprobara, ayer, la solicitud del Gobierno central de aplicar el artículo constitucional 155, para intervenir la Generalitat de Cataluña.
Todo ello mientras cargos electos separatistas amenazaban con dimisiones para presionar a Puigdemont de que declare la independencia y el líder catalán era llamado “traidor” por sus partidarios secesionistas en las redes sociales.
En el Senado
Cuando el presidente regional catalán comparecía ante la prensa, en el Senado empezaba la reunión para evaluar la intervención, que se decidirá el día de hoy.
En defensa del proyecto, la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, destacó su obligación “legal, democrática y política” de asumir competencias de la autonomía de Cataluña para proteger el interés de todos los españoles ante la deriva independentista.
En el Parlament
En este contexto, en Barcelona se celebró por la tarde un pleno del Parlament (legislativo regional) para analizar su situación, y en la apertura del debate el portavoz de Junts pel Sí, Lluis Corominas, dijo que su grupo propondrá en la sesión de hoy “continuar el mandato” del referéndum separatista ilegal del 1 de octubre, celebrado sin control alguno y en medio de numerosas irregularidades, pero que los secesionistas alegan como fundamento para la declaración de independencia, afirmando que en ese acto ganó la propuesta independentista.
Por su parte, la lideresa de la oposición catalana, Inés Arrimadas (Ciudadanos, liberales) dijo a Puigdemont en el Parlament que “convocar elecciones era una salida digna, democrática y limpia, y usted la ha dejado pasar”, al tiempo que le pidió “rectificar” porque “todavía está a tiempo”.
Todo apunta a que la incertidumbre se mantendrá hasta el último momento, cuando hoy se decida sobre la intervención.