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Esta organización ha establecido un “califato” en las regiones conquistadas en Siria e Irak, donde “la personalidad de su jefe”, el iraquí Abu Bakr al Bagdadi, desempeña un papel preeminente en el funcionamiento del grupo, destaca Aymenn al Tamimi, investigador del Middle East Forum.
Abu Bakr al Bagdadi se arrogó el título de “califa”, un régimen político islámico desaparecido hace casi un siglo. Y se considera el jefe de todos los musulmanes en el mundo, a los que exige lealtad y obediencia.
Existe un adjunto para Irak y otro para Siria, países donde el grupo controla varias zonas.
Omar al Shishani es el comandante militar del EI de más alto rango. Es reconocible por su barba pelirroja.
El consejo de la shura estaría compuesto por responsables del EI. Aconseja a Bagdadi y aplica sus órdenes. Bagdadi dispone al parecer de su propio gabinete.
El grupo dividió el territorio que controla en Siria e Irak (e incluso algunas zonas que no controla) en “wilayas” (regiones administrativas). Están dirigidas por gobernadores y poseen sus propias estructuras militares y administrativas.