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González fue sentenciado a 24 años de cárcel, Marilyn a 22 años y Escobar a 17 años.
Según la abogada querellante Cecilia Pérez, el colegiado se convenció de que el relato de uno de los autores confesos (Guillermo) fue corroborado con trabajos periciales, como cruces de llamadas.
“Según el peritaje, Marilyn le llamaba a Guillermo y este a su vez le llamaba en forma casi sistemática a Emigdio”, alegó Pérez.
Escobar se comunicaba con González a través de su teléfono celular, hasta que se abonó el “adelanto” de G. 5 millones y el exagente compró el arma y la motocicleta para concretar el crimen, y dos celulares “cabrito” (sin registrar), con los que se planeó el hecho.
Un teléfono quedó en poder del polisicario, mientras que el otro era utilizado por Marilyn, quien por las noches entregaba el aparato a Escobar para que este lleve a su casa, según declaró el exsecretario y fue ratificado por la pericia.
A su vez, se demostró que la finalidad de González fue “económica”, debido a que tenía problemas financieros que sus propios camaradas de la comisaría 19ª Metropolitana certificaron en juicio. Tras el hecho y recibir su “paga” de G. 40 millones, recuperó su arma reglamentaria que empeñó y compró varios electrodomésticos.
Por su parte, Jorge Bogarín, abogado de Marilyn Michel, adelantó que apelará la condena de su clienta, debido a que insisten en que la fiscalía no pudo detallar de forma clara los elementos que la vinculan al crimen.