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Fernández presidía el tribunal integrado por Giménez y Alba González, que en el día indicado tenía que realizar un juicio por maltrato infantil. Este finalmente se suspendió tras la salida intempestiva de la sala de la jueza Giménez, previa discusión con Fernández.
En el informe elevado al presidente de la sala penal, Sindulfo Blanco, Giménez informa que se retiró del juicio “debido al maltrato recibido de la jueza Mesalina Fernández, quien procedió a maltratarme a los gritos delante de todo el tribunal, de las partes y de auditor presente en la sala”.
Por otro lado, Fernández y González informaron a Blanco, que el juicio se fijó con un año de antelación, según notificación. Ese día, tras esperar más de media hora a Giménez, esta ingresa a la sala y según las juezas, esto fue lo que ocurrió:“(...) la jueza (Giménez) ingresa a la sala sin sentarse y con la voz en máximo volumen señala que ordena que se deje constancia en acta por secretaría que ella no va a trabajar con personas mal educadas (refiriéndose a la jueza Fernández, quien tan solo fue a buscarla para que concurra a realizar su trabajo), retirándose raudamente de la sala, quedándose todos los presentes atónitos por su reacción agresiva e incorrecta (...)”.