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Uno de los abatidos resultó ser nada menos que el tercero al mando en la temida organización criminal Primer Comando da Capital (PCC), Diego Santos Silva, señalado por los propios medios de su país, especialmente de San Paulo, como el jefe militar de la cuadrilla que domina el tráfico de drogas y armas.
De los 8 millones de dólares que se habrían robado los maleantes, en el lado brasileño ya se recuperaron casi un millón y medio, lo que equivale prácticamente al 20% del botín.
Todo esto se logró en las primeras 48 horas de operativos en el lado brasileño, periodo en el cual también ya se incautaron siete vehículos, seis fusiles (uno antiaéreo), siete kilos de explosivos, dos embarcaciones y un sinfín de municiones que pertenecían a la megabanda.
Nuestra triste realidad
En el lado paraguayo, en tanto, la realidad es completamente otra. Además de que todavía no hay al menos un sospechoso bajo arresto, las precariedades de nuestra Policía Nacional quedaron una vez más al desnudo y la institución quedó en ridículo de nuevo ante la ciudadanía al desarmarse en pleno vuelo el único helicóptero disponible para las operaciones en la Triple Frontera.
La “desgracia con suerte” se produjo ayer de mañana, cuando la nave despegó de Ciudad del Este como para dirigirse hacia la colonia Fortuna, donde fueron avistados unos hombres armados, pero ni bien tomó vuelo el helicóptero su puerta lateral se desprendió y cayó sobre una casa del Área 1.