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Se trata de Óscar David Osorio Brítez, domiciliado en el kilómetro 21 de la Ruta II, zona de Capiatá. Hasta el momento, unas 10 víctimas de robo presentaron denuncias contra el sospechoso, según informaron fuentes de la Policía Nacional.
De acuerdo con el relato de los investigadores, el sospechoso irrumpía en horas de la madrugada en las casas ajenas, donde con ayuda de algunas herramientas lograba abrir los vehículos, sin activar las alarmas y luego procedía a retirar piezas como tableros, radios, capot, partes eléctricas, retrovisores, faros y señaleros.
Lo curioso del caso es que en ninguno de los golpes que dio fue descubierto y logró escapar con las piezas sin alarmar a los dueños de casa, quienes recién a la mañana siguiente se encontraban con la sorpresa de que sus automóviles fueron totalmente desarmados.
Pero como los crímenes no son perfectos en una oportunidad se vio obligado a quitarse los guantes para retirar un accesorio electrónico y allí quedaron sus huellas dactilares, las que fueron vitales para que los agentes pudieran identificarlo.
Igualmente, las cámaras de seguridad instaladas en el barrio captaron los momentos en que el sospechoso escapaba del barrio con algunas piezas al hombro.
Finalmente, en la mañana de ayer el hombre fue detenido por agentes de la comisaría 8° Central de Capiatá, donde quedó a cargo de la Fiscalía.
Osorio se mantuvo callado en todo momento y no confesó el lugar donde negoció las partes robadas, que definitivamente ha de ser uno de los negocios dedicados a la venta repuestos usados que funcionan en la misma zona, informaron.