Se confirma “guerra” entre narcos y policías corruptos en Amambay

Un informe confidencial interno de la Policía Nacional confirma que el acribillamiento de un suboficial de Investigación de Delitos de Amambay constituyó una venganza de narcotraficantes que tuvieron que pagar unos 300.000 dólares a cambio de la liberación de una carreta repleta de cocaína. El “pecado” de los uniformados habría sido que extorsionaron tres veces en una sola noche a la misma red. El documento también relaciona el crimen del agente con un atentado contra un piloto civil pedrojuanino que, sin embargo, sobrevivió al ataque.

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De acuerdo con un memorándum interno, la triple extorsión se produjo a inicios del mes pasado, cuando fue interceptado en Pedro Juan Caballero un camión de gran porte con una carreta llena de cocaína, que aparentemente fue cargada en la colonia Fortuna Guazú.

Esta última localidad ya había sido escenario del decomiso de otros 252 kilos del “polvo blanco” el 10 de enero pasado, aunque la carga fue devuelta una semana después al ahora jefe narco más buscado del país, Clemencio González Giménez, alias “Gringo”.

Aquel escandaloso suceso derivó en el desmantelamiento de toda la estructura policial del departamento de Amambay y en la captura de tres suboficiales directamente implicados, así como de la nuera del narco “Gringo”.

Por el caso, igualmente, está preso el concejal departamental liberal César Augusto Quevedo Isnardi, mientras que su colega colorado José María Luis Bogado Martínez sigue eludiendo la cárcel, pese a que hace cinco meses ya venció un permiso en libertad de solo cinco semanas que le concedieron por una supuesta enfermedad.

Muy osados

Siempre según los datos que circulan a nivel de cúpula policial, el alijo que partió de Fortuna Guazú y que pertenecería a la misma red dirigida por “Gringo” fue interceptado hace un mes en Pedro Juan Caballero por un grupo de policías de la división de Investigación de Delitos.

El titular de esta unidad sigue siendo hasta ahora el comisario Marcelino Espinoza Medina, aunque este opera directamente bajo ordenes del jefe de Policía de Amambay, comisario principal Fredy Mario Antonio Moreno Gómez, camarada del comandante, comisario general Críspulo Sotelo.

Los agentes, supuestamente, acordaron con el “patrón” a cargo de la cocaína la liberación de la carga por 200.000 dólares y se retiraron, pero después avisaron sobre el “trabajo” a otros compañeros, que a su vez habrían vuelto a interceptar minutos después el mismo rodado y exigieron otros 150.000 dólares, aunque en este caso el “arreglo” se cerró en 100.000 dólares.

La situación se salió de control cuando un tercer grupo de policías de la misma unidad retuvieron esa noche la misma carreta con la misma intención, pero esta última y osada maniobra ya enfureció a los narcos, quienes, además de negarse a volver a pagar, amenazaron con eliminar a todos los intervinientes, incluyendo a los propios oficiales superiores que supuestamente monitoreaban las extorsiones.

Efectivamente, la supuesta amenaza de los narcos se cumplió en la noche del 5 de octubre pasado cuando fue acribillado con fusiles uno de los supuestos implicados, el suboficial 1° Óscar Selvino Vargas.

Hay varios “marcados”

El informe confidencial interno sobre la situación en Amambay sugiere además que la muerte del policía Óscar Selvino Vargas está conectado con el atentado a tiros contra el piloto civil Emilio Fernando Olmedo Calonga (36), registrado el 11 de setiembre pasado en Pedro Juan Caballero. Este, sin embargo, sobrevivió al ataque.

En el mismo contexto, trascendió una lista de oficiales superiores, oficiales subalternos y suboficiales de Amambay que están “marcados” por los narcos.

Varios de los agentes que saben que están en la “lista negra”, coincidentemente, ahora pidieron vacaciones y hasta sus traslados a la capital del país.

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