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Los fiscales René Fernández y Josefina Aghemo se allanaron a la suspensión del procedimiento. Jara estaba procesado por lesión de confianza, estafa y desacato.
Sin embargo, la Fiscalía consideró que Jara reparó el daño porque San Agustín renunció a cobrar el remanente de G. 12.058 millones de los G. 60.000 millones pactados por la venta de la tierra y permitió la transferencia del inmueble. La firma San Agustín cobró del Indert casi G. 48.000 millones.
El desacato se produjo porque el dinero de San Agustín lo depositó Jara a una cuenta personal, pese a una orden judicial, con lo que se configuró también la estafa. Empero, estos dos hechos punibles fueron conciliados. Deberá donar mensualmente G. 4 millones durante tres años.
La escribana Marta Lilian Roa, beneficiada con suspensión condicional del procedimiento, realizó la transferencia irregular de la propiedad y estaba procesada por producción de documentos, donará 3 millones cada mes durante dos años.