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Una Navidad emotiva tuvieron varias familias paraguayas que ayer desde tempranas horas montaron guardia en el aeropuerto Silvio Pettirossi en espera de hijos, nietos, hermanos, tíos que tomaron la decisión de viajar en Nochebuena con el anhelo puesto en ver a sus seres queridos en un día de especial felicidad y reencuentros.
Victorina Ruiz Díaz junto a su esposo Antero Patiño esperaban pacientes y muy contentos a su hija Carmen, proveniente de New Jersey, EE.UU. “Hoy es el cumpleaños del Niño Jesús y vamos a festejarlo con nuestros hijos”, dijo Antero, a lo que Victorina agregó “tenemos siete hijos y si falta uno, nos falta todo, para nosotros hoy es la mayor fiesta”.
Pese a las dificultades para caminar, Ezequiela Cabrera y su madre Francisca Grance, de 85 años, llegaron desde Areguá hasta el aeropuerto a paso lento apoyándose mutuamente sobre bastones y con la emoción puesta en volver a ver a su hijo y nieto, respectivamente, que hace 10 años vive en EE.UU., y que por segunda vez puede volver a Paraguay con toda su familia.
En el momento del encuentro, las lágrimas nacieron desde el alma en una conjunción de felicidad y entusiasmo. “Ahora la familia está completa”, dijo muy emocionada Ezequiela.
Muchos compatriotas solo pueden quedarse por una semana. Algunos tomaron este vuelo especial porque es uno de los más económicos, ya que se pasa la Navidad en pleno vuelo. La mayoría embarcará nuevamente, para retornar a los países donde han emigrado, el sábado 31 y darán la bienvenida al 2017 en el avión, pero con las energías renovadas por haber compartido días de abrazos y cariño de sus afectos, para enfrentar una vez más la añoranza, y la pesada carga de buscar un futuro mejor lejos de la familia.