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Los equipos médicos del Ministerio de Salud, que están repartidos en diferentes centros asistenciales, deben ser sometidos a constantes tareas de mantenimiento y eventuales reparaciones para que sigan funcionando. Sin embargo, la entidad no tiene recursos para el efecto, afirma. Ante esta situación, es cuestión de tiempo para que los aparatos tengan problemas y queden en desuso. Esto afectará a los pacientes, advierten profesionales de la salud.
Otro servicio que se verá perjudicado es el de las ambulancias. La flota fue aumentando en los últimos dos años gracias a las donaciones de las binacionales (Yacyretá e Itaipú) y gobiernos extranjeros. En agosto de 2013, al inicio de la gestión del ministro Antonio Barrios, la cartera contaba con 149 ambulancias. El parque aumentó a 349 unidades al cierre del 2015. Pese a la gran cantidad de vehículos, no hay recursos para llevar a cabo los mantenimientos y reparaciones que requieran.
Menos de lo que quería
“Lo más preocupante ahora para el Ministerio de Salud es el recorte que sufrió en su plan financiero 2016 de G. 191.000 millones. Este recorte afecta principalmente a limpieza de hospitales, mantenimiento y reparación de equipos médicos y ambulancias, seguridad de hospitales e infraestructura. Eso se recortó en el Ministerio de Hacienda”, señaló el Lic. Sergio Forte, director de administración y finanzas del Ministerio de Salud.
Agregó que tienen el compromiso de Hacienda de reponer dicho monto recortado en el segundo semestre del año, dependiendo del comportamiento del plan de recaudación.
Teniendo en cuenta las declaraciones realizadas por el administrador del Ministerio de Salud, los usuarios de este servicio público seguirán soportando hospitales sucios, en estado ruinoso y con ambulancias descompuestas. Continuarán teniendo dificultad en acceder a equipos médicos en condiciones, que ayuden al diagnóstico, por lo que se verán obligados a ir a sanatorios privados.