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Las redes sociales estallaron con mensaje de textos, audio y cartas dirigidas a la familia salesiana para que se rechace la intención del padre inspector Néstor Ledesma, quien estaría trabajando en un plan de traslado de la comunidad del Salesianito a Don Bosco Róga y la entrega de la parroquia al arzobispado.
Los exalumnos hasta hablan de la desaparición del Salesianito, una comunidad conformada por la residencia de los sacerdotes, la parroquia santuario Sagrado Corazón de Jesús y el colegio. La superioridad querría trasladar la administración a Don Bosco Róga, es decir, las decisiones se tomarían desde otro lugar.
Allí incluso irían a vivir los sacerdotes, lo que significaría, que una vez terminada la misa vespertina, ya no tendría funcionalidad. Actualmente ya no tendrían sacerdote permanente, porque hace poco no se celebró una misa por falta del consagrado.
Los exalumnos incluso redactaron una nota que está juntando firmas para instar al padre Ledesma a que no se cambie el estatus tradicional de la comunidad, ni de la parroquia. Los cuestionadadores no quieren “pasar a la historia como cómplices de la desaparición de la noble institución”.
Ayer quisimos conocer la versión del padre Ledesma, pero su celular no contestaba. Sobre el cambio de la categoría de parroquia para convertirlo en santuario, al término de una de las reuniones de los obispos que se realizó en noviembre pasado, el padre Ledesma dijo a ABC: “No hay nada de eso. Se está analizando que la parroquia funcione como santuario exclusivamente. La misa y la atención al público siguen igual. Sería un cambio de estatus. Ahora es santuario parroquia y la idea es poder atenderla mejor como santuario. Los salesianos seguiremos atendiendo allí las misas, allí no hay cambio.
Desde el punto de vista de las responsabilidades, las tareas parroquiales, la población es fundamentalmente comercial por el mercado, entonces las actividades propias de la fe, procesiones de fin de semana son muy pobres porque la población que trabaja va a su casa, y en ese sentido, hasta convendría más trabajar como santuario (centro de peregrinación) que como parroquia”.