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Ayer, los funcionarios sin ningún tipo de inconvenientes pudieron ingresar a realizar sus tareas administrativas. Los alumnos aclararon que la toma del sitio no fue levantada de forma permanente, sino que la tregua es momentánea porque de no darse la convocatoria a otra asamblea de la UNA en el menor tiempo posible, reanudarían la toma.
“Nos vamos a reunir con nuestros compañeros en los próximos días para definir las acciones concretas a seguir. Por ahora estamos esperando abrir otra mesa de diálogo con el rector y los decanos para que se convoque a otra asamblea”, afirmó la universitaria Amalia Ríos a ABC Color.
Los alumnos habían planteado a los asambleístas de la UNA que se vuelvan a reunir en sesión extraordinaria –sería la cuarta en poco más de un mes– y voten a favor de la reforma estatutaria.
El jueves pasado fue suspendida la última sesión luego de que un grupo de universitarios atropellara la valla de seguridad resguardada por los cascos azules y efectivos policiales para lograr ingresar, trepando la muralla del edificio del rectorado ubicado sobre la avenida España, Asunción.
Los asambleístas, tras percatarse del hecho, inmediatamente levantaron la reunión y no se pudo llevar a cabo la votación que, según los propios estudiantes, en esta ocasión les favorecía.
Las principales modificaciones que exigen los alumnos en el estatuto vigente de la UNA son: que ningún estamento tenga mayoría propia, que la reelección de autoridades se produzca una sola vez y que los consejeros no puedan ocupar más los cargos de confianza. Los alumnos advirtieron que la protesta culminará cuando se modifique el estatuto.
Diez facultades y tres institutos superiores siguen en paro y cada uno, en asambleas internas, definirá si prosigue o no.