El Palacio, listo para traspaso de mando

El Palacio de Gobierno nuevamente acogió ayer a una multitud deseosa por conocer detalles internos del edificio que cumple 150 años desde su inauguración.

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El sábado visitaron más de 15.000 personas, conforme con el registro del local.

La apertura de las puertas de acceso al Palacio de Gobierno (también conocido como Palacio de los López) estaba marcada para las 09:00 de ayer. Sin embargo, mucha gente concurrió antes, para tomar lugar en la fila, que para la media mañana ya se extendía por casi un kilómetro, bordeando el edificio, hacia la Avenida Costanera.

Ante la masiva concurrencia, los responsables de la seguridad del edificio y los organizadores habilitaron el acceso por la zona de la Bahía de Asunción, con el fin de descongestionar y facilitar un mayor movimiento de personas.

“Llevo más de 40 minutos en la fila, pero no me voy a perder esta oportunidad por conocer qué es lo que hay dentro del Palacio. Traje a mis hijos para que también aprovechen, porque con mis 56 años es la primera vez que voy a entrar”, manifestó José Bruno Martínez, residente en barrio Obrero de Asunción.

“Espectacular. Muy lindo, vale la pena ver. No sabía que era tan bello el edificio por dentro”, resaltó Rosalba Costa de Centurión, quien es arquitecta y valoró los trabajos de refacción.

“Estuve participando en la investigación con una colega que ayudaba a los estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la UNA, pero no pensé que el resultado iba a ser más de lo que esperaba”, dijo la profesional, quien se encargaba de explicar detalles a otras personas que formaban parte de su grupo durante la visita guiada para el personal de seguridad y de protocolo.

El libro de firma de las visitas se llenó rápidamente, conforme con un oficial, quien dijo que por meses se usaban una o dos hojas. Entre el sábado y ayer se tuvo que utilizar dos libros más.

La gente pudo recorrer por dentro y apreciaron los trabajos de refacción, que devolvieron en cierto modo el señorial carácter de palacio, en sus condiciones casi originales.

La nota discordante fue el embotellamiento, el estacionamiento en zonas indebidas por la falta de control.

Uso de flashes y las pinturas

Esta apertura de puertas al público es histórica y una oportunidad para conocer por dentro, para muchos. Sin embargo, no hubo prohibición en el uso de flashes que pudieran dañar las antiguas pinturas al óleo, como se restringe en cualquier parte del mundo. En el edificio hay obras de más de 100 años, que requieren su cuidado contra luces intensas. Un detalle que para otras ocasiones se puede prever, para garantizar que las obras perduren más.

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