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Con lágrimas de gran emoción compartió la jornada inaugural de la casa taller Doña Nila, Vicenta Lezcano de Merlo. Precisamente dicho local, que se destinará a la capacitación de niñas, jóvenes y adultas del barrio San Felipe, lleva el nombre de Doña Nila, en homenaje a su madre, quien en vida pidió a su descendencia que el sitio sea donado a la Fundación Teresiana, para que sea semillero de personas fortalecidas en la educación.
La inauguración fue ayer, al celebrar además los 20 años de la Fundación Teresiana, presidida en la actualidad por Mariana Bedoya, quien resaltó durante su alocución la firma de convenio con el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), a los efectos de brindar cursos de cocina, mozo de salón, atención al cliente, repostería.
El director del SNPP, Ramón Maciel Rojas, determinó: “Lo nuestro es por supuesto la capacitación. Estamos aquí para servir”.
Asistió el intendente capitalino, Mario Ferreiro, quien detalló que su meta es “sumar nuestro aporte como municipalidad”, y detalló su “compromiso con la comunidad. Acá se viene a aprender, gracias a esta obra”.
Bendijo la casa taller el padre Ezequiel Petra, mientras que realizó una reseña histórica del sitio la coordinadora social de la fundación Teresiana, hermana María Concepción Hernández.
El acto concluyó con una interpretación de la música “Yo soy de la Chacarita”, por parte de José Antonio Galeano, y un brindis.
La casa taller Doña Nila ya cuenta con una pequeña biblioteca, que incluye varios libros: “Juguemos en familia”; “Utensilios y técnicas de cocina”; “Libro de las preguntas”, obra póstuma de Pablo Neruda; entre otros.
Compartieron el encuentro los primeros estudiantes de cocina de la fundación, Stiven y Elizabeth Espínola, con la profesora de repostería Verónica Ferrario.