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La pintata es una de las actividades más importantes, dónde niños y jóvenes escriben y dibujan lo que sienten en esos muros, para que así, de alguna manera, estén presentes el día de la visita del Santo Padre, ya que el espacio físico de la cancha es limitado y no todos podrán tener la suerte de participar.
Las “cartitas para Francisco”; las palabras escritas, los testimonios de vida de los niños y niñas, han calado lo más profundo de nuestro ser. Las expectativas son realistas, no son ambiciosas, son oraciones por sus familiares que están en las drogas, por los que sufren a causa de la inundación, violencia doméstica, por un trabajo digno para sus padres, para que ellos dejen de trabajar en las calles e ir a las escuelas, piden que sus gobernantes no le quiten el pan de cada día, por sus padres que están en la cárcel, por sus abuelos, por los enfermos, piden por los demás.
No existe egoísmo en lo más profundo de sus deseos y eso llena de esperanzas a pesar de las vicisitudes, estos niños y niñas demuestran su solidaridad, nos dan una gran lección de vida.
Estas cartitas son escaneadas, seleccionadas e impresas en unos paneles de 1,50×3,50 m, que serán fondo del escenario que pisará el Papa ese día domingo 12 de julio.
Por ello también hay mucha expectativa de los niños, ya que se pretende que el papa Francisco observe detenidamente estos paneles. El objetivo es que la comunidad se apropie del mural, que cuente su historia y por qué no, preservarlo como un patrimonio cultural de los bañadenses.