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La inmigración paraguaya en Argentina es el grupo más grande de extranjeros. En la vecina provincia de Misiones también está radicado un porcentaje importante de connacionales, que viven y trabajan honestamente. La voz de alerta del director de la Dirección Nacional de Migraciones de nuestro país, Jorge Kronawetter, quien expresó que el decreto firmado por el presidente argentino Mauricio Macri “no condice con el espíritu de la comunidad internacional”, se suma a otras organizaciones argentinas. Amnistía Internacional Argentina, la Iglesia Evangélica y la Fundación Comisión Católica Argentina de Migraciones, entre otras, también están preocupadas ante las propuestas que “asocian la migración al delito, instalando un falso problema que desplaza un real debate sobre cómo abordar problemas de seguridad y violencia en un mundo globalizado”.
De hecho, la participación de bolivianos, peruanos y paraguayos en el total de los delitos ocurridos en la Argentina no es significativa: menos del 6 por ciento de la población carcelaria es extranjera. No obstante, la ministra de Seguridad del vecino país, Patricia Bullrich, repitió una y otra vez que son extranjeros “el 33 por ciento de los presos por delitos federales”.
Estigmatizar la migración y generalizar a los “ciudadanos paraguayos” es grave y doloroso, cuando los connacionales son considerados los más abnegados trabajadores por la mayoría de los argentinos.
miguel.gonzalez@abc.com.py