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La investigadora incautó teléfonos celulares de todo el personal policial que podría estar involucrado en el hecho, por omisión o encubrimiento.
De acuerdo a los datos, la pesquisa apunta a los uniformados que estuvieron en ese momento, en el lugar de reclusión ya sea en carácter de cómplices del homicidio o de facilitación de comisión de un hecho punible.
La agente ya había incautado de la pieza que utilizaba Marcelo “Piloto” Pinheiro, presunto líder del grupo criminal Comando Vermelho, un destornillador, lo que llamó la atención.
Asimismo, la fiscala tiene la evidencia principal que se utilizó para las 16 puñaladas que acabaron con la vida de la joven, un cuchillo para postres sin filo.
Otro dato que surgió es que el arma homicida ni siquiera pertenecería a la Agrupación Especializada, debido a que hay versiones de que Marcelo “Piloto” recibe delivery de comidas porque no se alimenta con lo proveído en su lugar de reclusión.
De acuerdo a los datos, este y otros privilegios goza en ese lugar el presunto líder del grupo criminal brasileño.
De hecho, el Ministerio Público pudo corroborar tras el crimen, que Piloto se maneja con autoridad en el local, y hace lo que quiere.
Se defendió
La investigación también va revelando que la víctima Lidia Meza Burgos se defendió durante el ataque, lo que mínimamente descartaría el hecho de que guardias no hayan escuchado gritos de auxilio.