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En horas de la tarde, nuestro diario volvió a comunicarse con Bejarano, y este dijo que no quiso decir que había otras personas detrás de esta concesión en particular, sino que, en realidad, Finestra Romero representa a otras empresas del rubro minero. Cuando le consultamos cuáles, dijo que no podía dar a conocer el nombre.
Recién reconoció que Finestra trabajaba con el grupo AET Paraguay SA cuando le mencionamos el nombre.
En una primera conversación, el domingo, Bejarano dijo inicialmente que los contratos de concesión tienen fuerza de ley y que las partes deben cumplir. Y hasta reconoció que existen posibilidades de resarcir casos de incumplimiento.
Sin embargo, después dijo que la falta de pago de canon es causal de caducidad automática.
“Tendrías que fijarte en lo que hoy factura y qué presentó como respaldo técnico. ¿Usted sabe cuánto factura?”, dijo en tono bastante nervioso, llegando incluso a golpear una mesa cuando se le preguntó cómo era posible que una persona que cobraba menos de cinco millones de guaraníes como funcionario público obtuviera un permiso para explotación minera.
“Usted está dejando entrever que acá hay un tipo de irregularidades, y por eso me pongo en este estado nervioso”, admitió.
“Lo conozco, porque es una persona que jugaba rugby, y yo también”, dijo cuando se le preguntó si conocía a Eduardo Heisecke.