El 1 de marzo murió un gran amigo del Paraguay

Jerry Wilson Cooney falleció el sábado 1 de marzo de 2014 en Longview, Washington, Estados Unidos, víctima de cáncer de pulmón. La fecha de su fallecimiento, en la que los paraguayos conmemoran la batalla de Cerro Corá y el fin de su epopeya nacional, no puede ser más significativa.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2061

Cargando...

Una irónica y apropiada declaración final para una persona que por muchos años fue el máximo exponente del estudio de la historia del Paraguay en la academia estadounidense.

Cooney nació en 1940 en la pequeña localidad de Opportunity, en la desértica y fría sección oriental del estado de Washington, una zona barrida por los vientos helados, mayormente privada de la exuberante vegetación verde de Paraguay que tanto lo fascinaba. Tuvo una niñez práctica que se enfocó en la agricultura, el baseball y los clásicos de la literatura occidental. Su padre, quien fue por una época profesor de agricultura en la facultad comunitaria local, imprimió en Jerry los beneficios del ahorro, la caridad y el trabajo duro, mientras que su madre le enseñó a leer, todo lo cual le fue de mucha utilidad en su exitosa carrera de historiador.

En su juventud, Cooney trabajó como soldador y mantuvo su afiliación sindical por el resto de su vida. Luego de servir en el ejército en los años cincuenta, ingresó a un programa de doctorado en historia en la Universidad de Nuevo México, donde estudió con Troy Floyd y Ed Lieuwen. Si bien varios miembros de su familia habían trabajado en Belice y en la zona del Canal de Panamá, Cooney optó por enfocar sus energías no en Centroamérica, sino en Paraguay, un país que era mucho menos conocido en Estados Unidos en aquel momento.

Su interés general se convirtió con el tiempo en una feliz obsesión. En su disertación doctoral se concentró en las políticas de la dictadura del doctor Francia y luego escribió exhaustivamente sobre el estanco de tabaco colonial, el comercio de güembe y karaguata, el militarismo en los años treinta y cuarenta, la abolición de la esclavitud durante la era de los López y la creación de una iglesia “nacional” en Paraguay. Investigó en el Archivo Nacional de Asunción, en el Archivo General de la Nación en Buenos Aires y en el Archivo General de Indias en Sevilla. En todos los lugares a donde fue cosechó amigos y admiradores.

Tras recibir su doctorado, Cooney trabajó durante veinticinco años como profesor de historia latinoamericana en la Universidad de Louisville y a lo largo de su vida escribió una gran cantidad de artículos y numerosos libros sobre historia paraguaya.

Sus libros incluyen Economía y Sociedad en la Independencia del Paraguay (1990); El Paraguay bajo los López (1994), con Thomas Whigham; El Paraguay bajo el Dr. Francia (1996), con Thomas Whigham; A Guide to Collections on Paraguay in the United States (1995), con Thomas Whigham; Paraguay and the United States: Distant Allies (2007), con Frank Mora; El fin de la colonia: Paraguay 1810- 1811 (2010); y El proceso de la independencia del Paraguay (2012).

Entre sus artículos más relevantes se pueden mencionar Foreigners in the Intendencia of Paraguay; Repression to Reform: Education in the Republic of Paraguay, 1811-1850; Paraguayan History: Manuscript Sources in the United States; Paraguay, una Bibliografía de Bibliografías; Paraguayan Independence and Doctor Francia; Dubious Loyalty: The Paraguayan Struggle for the Parana Frontier, 1767-1777; A Colonial Naval Industry: The Fabrica de Cables of Paraguay; Forest Industries and Trade in Late Colonial Paraguay; El rival del Dr. Francia, Fernando de la Mora y la revolución paraguaya.

Su última publicación de envergadura fue un análisis de la política paraguaya en Las Instrucciones del año XIII. Doscientos años después, editado por Gerardo Caetano y Ana Ribeiro (2013).

En adición a sus trabajos publicados, Jerry Cooney será recordado por la ayuda y el aliento que les brindó a los jóvenes historiadores sobre Paraguay. Era el tío de todos, un hombre generoso, siempre dispuesto a compartir información útil, consejos oportunos y amistad. Su entusiasmo por Paraguay era contagioso y atraía la atención de estudiosos de todas partes. Fue también uno de los fundadores de las Jornadas Internacionales de la Historia del Paraguay, que se realizan cada dos años en la Universidad de Montevideo. Su influencia sin duda perdurará.

Sobre todas las cosas, Cooney era un persona muy humana que deseaba lo mejor para sus colegas y para el país que tanto amó. Con su muerte, el Paraguay pierde a un gran amigo. Y también yo.

(*) Historiador de la Universidad de Stanford, profesor de la Universidad de Georgia, autor de numerosos libros y artículos sobre Paraguay, entre ellos La Guerra de la Triple Alianza en tres tomos (Taurus 2010, 2011 y 2012).

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...