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Roy Rodgers, designado el sábado último contralor interino por la Cámara de Diputados, señaló que su objetivo inmediato es trabajar en el reencauzamiento institucional de la Contraloría, entidad golpeada por sendos escándalos de casos de corrupción en los últimos meses.
Manifiesta que ese objetivo lo hará con base en una gestión “absolutamente transparente y sometida al escrutinio permanente de la ciudadanía y de la prensa”. Enfatizó en reiteradas ocasiones que la prensa tendrá las puertas abiertas en la Contraloría y que recibirá de inmediato las documentaciones que solicite.
Rodgers, quien se desempeñó durante años como director de asesoría jurídica del organismo contralor, considera que el ente “es fundamental para el sistema democrático”, por lo que debe ser recuperado. Destaca que para reencauzar la Contraloría existen funcionarios altamente capacitados y la infraestructura necesaria.
El contralor interino comenzó ayer sus actividades y entre ellas estuvo ocupándose del tema de los haberes de los funcionarios, que aún no cobraron a raíz de la crisis desatada. Rodgers dijo que mantendrá una política de diálogo con los funcionarios, respetando la opinión, pero que hará respetar “los derechos y deberes” que tienen los servidores públicos. Lamentó que algunos, “por desconocimiento o por algún interés”, están oponiéndose a su designación. Un grupo de funcionarios de la Contraloría, que estaría apoyando a Fabio Almada, que fue designado asesor jurídico por la ahora exsubcontralora Nancy Torreblanca, anunció que haría manifestaciones de protesta contra el nombramiento de Rodgers.
El nuevo contralor señaló al respecto que “la ciudadanía no nos paga el salario a los funcionarios para venir a exhibir cartelitos en la calle en horario de trabajo, nos paga para cumplir nuestras funciones”. Aclaró que fuera del horario laboral cualquier funcionario tiene el derecho de manifestarse o realizar otras actividades.
Rodgers dijo que ahora va a analizar todas las resoluciones y designaciones asumidas por Torreblanca. En cuanto a los millonarios cobros en horas extras a funcionarios, que causaron el descabezamiento de la Contraloría, el nuevo contralor dijo que nunca tuvo conocimiento porque él no estaba en la parte administrativa, donde se opera para el pago a los funcionarios.
“No vengo a blanquear...”
“No vengo a blanquear a nadie en la Contraloría. Soy un servidor público con 19 años de servicio, con una foja de servicio impecable. No estoy afiliado a ningún partido político ni estoy en ningún movimiento”, expresó ayer Roy Rodgers, designado contralor interino por Diputados. Dijo que si no se siente capaz en su nuevo rol dará el paso al costado sin necesidad de juicios políticos. Enfatizó que se propone a hacer un buen desempeño, porque tiene familia y no la va a avergonzar.
