Un hombre clave de la democracia

El general Andrés Rodríguez fue un protagonista clave de nuestra historia contemporánea. Lideró la gesta libertadora del 2 y 3 de febrero de 1989, que trajo la democracia al Paraguay después de casi 35 años de dictadura.

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Rodríguez restauró las libertades, mandó apresar a los ladrones públicos, hasta entonces intocables, y reinició el vínculo del país con el mundo exterior. Poco más de un mes después de la expulsión, de la dictadura, el 22 de marzo de 1989, reapareció ABC Color.

El general Rodríguez pronunció la frase “¡Misión cumplida!” y entregó el poder a un civil tras cuatro décadas de gobiernos militares. Fue el único en la historia que mandó a prisión a la odiada gavilla, la plana mayor del dictador Alfredo Stroessner, comandada por el “cuatrinomio de oro”: Mario Abdo Benítez, J. Eugenio Jacquet, Adán Godoy Jiménez (se había fugado del país Sabino Augusto Montanaro), seguidos del ministro de Educación Ortiz Ramírez; César Romeo Acosta, presidente del Banco Central; los jefes de las milicias armadas Manuel M. Esquivel, Ramón Aquino, Mario Pastor Almada, el empresario de frontera Eudes Pereira, Justo Eris Almada; el jefe de Acepar Gral. Roberto Knopfelmacher; el millonario ministro de Industria y Comercio Delfín Ugarte Centurión, además de policías torturadores y asesinos de Pastor Coronel.

Contradictoriamente, la benevolencia de su gobierno, que tuvo entre sus promesas la reconciliación entre paraguayos, lo llevó a perdonarlos sin pedirles cuentas de la fortuna que amasaron. En 1999 volvieron con todo detrás del gobierno de facto de Luis González Macchi, a la sazón, hijo de un exministro de la represión stronista, Saúl González.

Precedido por su fama de haber volteado a Stroessner, Rodríguez fue el gobernante que más jefes de Estado extranjeros recibió en nuestro país, además de convertirse en figura aglutinadora para la creación del Mercosur, cuyo tratado se firmó aquí.

Al mando de oficiales, suboficiales y soldados leales, pudo derrocar al dictador. “Las traiciones, las persecuciones posteriores, la destrucción de nuestros cuarteles van a quedar para la anécdota. Lo importante es la hazaña que un grupo de militares arrojados y valientes bajo el mando del general Rodríguez hicimos para forjar la grandeza de nuestra patria”, dijo el coronel Félix Balmori, un estrecho allegado del líder militar al recordarlo en uno de los aniversarios de su fallecimiento el 21 de abril de 1997.

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