Los ansiolíticos no sirven para adelgazar

Si siente que está comiendo de más por el estrés y busca la solución en los ansiolíticos, debe saber que el efecto que puede lograr en su cuerpo es exactamente el opuesto, o sea aumentar de peso.

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Muchas veces nos sucede que con el pasar de nuestra vida vamos engordando paulatinamente, sin haber cambiado nuestra dieta o nuestras rutinas de ejercicios físicos y no podemos identificar las causas. La explicación se encuentra muchas veces en lo que la medicina llama obesidad iatrogénica. Consiste en el aumento del peso corporal debido al uso de ciertos medicamentos.

“Ya se sabe que los corticoides suelen producir retención de líquidos o que la insulina en regla general estimula el apetito -explica el Dr. Daniel Klotzman, especialista en nutrición y psiquiatra-, pero es poco sabido que los ansiolíticos, en contra de la creencia general, suelen provocar aumento del peso corporal. Los ansiolíticos, en general benzodiacepinas (alprazolam, clonazepan, etc.), inhiben la actividad física con la consecuente disminución de pérdida de grasa corporal y pueden provocar aumento del apetito”.

El ansiolítico no disminuye la ansiedad alimenticia, su efecto es predominantemente el de disminuir la ansiedad nerviosa o estrés, o sea, ejercer un efecto sedativo. “La ansiedad alimenticia se puede tratar con otro tipo de recursos, entre ellos los sacietógenos naturales, que son sustancias que producen sensación de saciedad. También, se monitorea el descenso de peso y las conductas cotidianas se ponen bajo la lupa, ya que la mirada consciente sobre ellas colabora en que las personas manejen sus emociones en relación con la comida”, comenta el Dr. Klotzman.

Algunos antidepresivos y sus efectos antidieta

“Algunos de los antidepresivos más usados también tienen comprobados efectos en el peso corporal, ya que los pacientes aumentan. Estos son imipramina, desipramina, amitriptilina, nortriptilina, clomipramina, trimipramina, doxepina, protriptilina y amoxapina, entre los tricíclicos, y maprotilina entre los tetracíclicos” prosigue el especialista.

“Los efectos que producen en el peso pueden derivar, por un lado, de una acción anticolinérgica que facilita el estreñimiento y la retención urinaria y, por otro lado, de una acción antihistamínica (bloqueo del receptor H1) dando lugar al aumento de apetito y el consecuente aumento de peso en el paciente sometido a un tratamiento prolongado”.

“Finalmente pueden producir otros efectos adversos, como el impulso a la ingesta de carbohidratos, favoreciendo también el aumento de peso, que resulta mayor con el uso de tricíclicos terciarios”.

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