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LONDRES (AFP/EFE). “Nos complace anunciar que Meghan y yo tuvimos un bebé esta mañana, un bebé muy saludable”, declaró un sonriente Enrique ante las cámaras de televisión, en el Castillo de Windsor, precisando que la madre está bien. “Ambos estamos absolutamente felices y agradecidos por el amor y el apoyo de todos. Esto ha sido increíble, por lo que queríamos compartir (la noticia) con todos”, añadió el padre. Aclarando que aunque el bebé nació “más tarde” de lo esperado (era para fines de abril o comienzos de mayo), la pareja aún no ha decidido “el nombre”. Además, dijo estar “increíblemente orgulloso de su mujer”, de 37 años, y encantado con el bebé, “que es absolutamente irresistible”.
El bebé nació a las 05:26 de Londres (0:26 horas de Paraguay), y pesó 3,3 kg (3.260 g, para ser exactos). El duque de Sussex estuvo presente durante el nacimiento”, añadió Buckigham Palace. La madre de Meghan, Doria Raglan, “está loca de alegría por la llegada de su primer nieto”, y ya se encuentra junto a sus altezas reales en Frogmore Cottage.
Se trata del 8º bisnieto de la reina Isabel II y 7º en la línea de sucesión al trono del Reino Unido, lo que da a sus padres cierta libertad para salirse ligeramente del protocolo. No obstante, el estilo personal de la pareja, que tiene su propia oficina de prensa, no deja de suscitar críticas y habladurías entre los medios tradicionalistas. Durante el embarazo, Meghan fue cuestionada por llevar tacones altos, tocarse demasiado el vientre en actos públicos y por volar a Nueva York para asistir a un costoso baby shower con sus amigos famosos. A diferencia de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, cuyos tres hijos nacieron, como el propio Enrique, en el ala privada del hospital Saint Mari de Londres, se cree que Meghan ha tenido un parto natural en la residencia de la pareja en Frogmore Cottage, en los terrenos del Castillo de Windor (al oeste de la capital).