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Su corazón se descubre por la alegría de su eslogan favorito “Ovy’a che korasõ” (se alegra mi corazón). Es una especie rara en la juventud de los tiempos actuales: ama la música folclórica y adora el idioma guaraní.
Noelia Alejandra Cazzola Domínguez admite que desde aquel día 19 de setiembre de 1991, en que aumentó con su presencia la población de Asunción, se asoció al placer de escuchar sonidos típicos.
–¿Cómo nace tu interés por el folclore?
–Cómo olvidar ese momento. Ñandejára! Nace con Luis Alberto del Paraná, aunque creo que es como un chip que ya traigo de nacimiento. Siempre me gustaron ir de viaje al interior, el guaraní, las costumbres paraguayas y, por supuesto, la música; pero digamos que era relativamente normal hasta que a los 14 años fui con mis compañeros de escuela al museo del Cabildo. Allí, en el sector de Paraná, la guía nos habló de él con tanto amor que me causó curiosidad y al llegar a casa le pedí a mi papá más información sobre el artista. Él me dio un disco con los temas del ‘Inmortal’ y creo que fue amor a primer oído, ja’e chupe.
Tras coleccionar fascículos relacionados al gran Luis Alberto del Paraná y escuchar sus discos, Noelia reconoce que se quedó con ganas de seguir explorando el cancionero popular. “Y con la música vino la magia del folclore, que me atrapó por completo”, agrega.
–¿Dónde aprendiste a hablar guaraní?
–No recuerdo bien cómo y en qué momento se dio. Desde los 14 años que escucho músicas en guaraní, siempre prestaba atención a las conversaciones en esa lengua, y empecé a utilizar nuestro idioma en mis redes sociales. Si no entendía algo enseguida buscaba en el diccionario, trataba de hablar, vai vai jepe, pero añeha’ã; tenía muchísima sed del guaraní. Era como que algo me faltaba en la vida, hasta que un día me dijo un amigo: ‘Moõpio vos que tanto te gusta el guaraní y no sabés hablar gua’u’, y fue un empujón para empezar a estudiar y demostrarles a él y al mundo que yo sí era capaz de hablar en guaraní.
Su aprendizaje fue más rápido de lo esperado, porque, sin dudas, ella añadió pasión al deseo de dominar la lengua autóctona. “Cherova’atã voi, ha añepyrũma añe’ẽ ápe ha pépe, añe’ẽvaipa kuri, pero intentaba todos los días mejorar y así, sin darme cuenta de tanto amor y tanta pasión, hoy hablo y enseño el guaraní”.
De cuerpo llamativo, amplia sonrisa y look ecuestre (jeans, sombrero y pañuelo), la presencia de Noelia es número puesto en los festivales folclóricos nacionales y de países vecinos, especialmente del litoral argentino. Asiste en rol de comunicadora radial con transmisión de los espectáculos en vivo y en directo. “Para mí son mágicos, creo que no podría explicar con palabras lo que se vive en cada festival. Son hermosos y emocionantes. Una de las razones por las que me atraen tanto es porque se puede encontrar un folclore vivo y porque cada festival implica un viaje por el Paraguay, y eso es maravilloso. Se conoce a los artistas, se charla con ellos y se vive de forma intensa el sentido de la música”.
–¿Cómo te manejás en el exterior siendo una chica joven, atractiva?
–Háke péa (se ríe con ganas). Realmente es impresionante cómo nos reciben en otros países, con muchísimo respeto siempre, además que chevakeána voi con los años y ya los años te enseñan cómo moverte en este mundo que no tiene otro secreto que el de respetar y ser amables y eso mismo vuelve otra vez. Pero lo que más me sorprende es cuánto admiran y valoran nuestra cultura y nuestra música en el exterior.
La apasionada folclorista dice que “vivir honradamente, no hacer daño a otro, dar a cada uno lo suyo” es uno de los principios que marcan su vida cotidiana. “Trato de aplicarlo a mi vida siempre y hasta hoy me fue superbién. Además, considero fundamentales el respeto, la empatía, la amabilidad y el amor a los demás”.
De los jóvenes que piensan que hablar en guaraní es anticuado, la mbo’ehára esgrime sus argumentos en la misma lengua. “Añe’ẽta voi chupekuéra guaraníme, ñane ñe’ẽ ningo tuichaiterei mba’e hína, ha nomanomo’ãi, jahayhuvéna ñane ñe’ẽ, jopói iporãvéva ohejáva ñandéve ñande ypykuéra. Guaraní ningo ‘Lengua General de América del Sur’ kuri, ñamomba’eguasuarã ha avei opaite mba’e iporãve ñane ñe’ẽme, ñande ndajahayhúirõ piko máva ohayhúta. Anietevoikéna peguerotĨ peñe’ẽ hag˜ua guaraníme”.
Con evidentes aires de artista, Noelia Cazzola pisa también escenarios en calidad de presentadora de conciertos, peñas o festivales. Y desde ese lugar expande la herencia lingüística que pertenece a todos los paraguayos.
–¿Te habría gustado ser artista?
–Más vale que sí, me parece lo más hermoso del mundo, aunque –según mamá– de pequeña prefería los deportes. De todas maneras, considero que vivir es un arte y que todos llevamos un artista dentro y eso es lo más hermoso del ser humano.
En coincidencia con Sigmund Freud, quien define que los humanos solo tienen un objetivo único en la vida: la búsqueda del placer, el suyo pasa por escuchar lo que califica como “la mejor música del mundo”. “Che nahenduséi voi otra cosa; la música paraguaya es hermosa, única, inigualable, incomparable, naumbre, ere eréa voi. Doy lo que tengo y lo que no por disfrutar de la música paraguaya, porque es hermosa. Y nada en este planeta me hace más feliz”. Todo dicho. Que suba el volumen.
¿Polca o guarania?
Noelia Cazzola divide su corazón entre ambos géneros musicales. Entiende que es difícil seguir apenas una corriente cuando ambas tienen “su encanto”. “Tengo momentos en los que escucho guaranias y otros, polcas. No podría elegir una favorita, aunque soy de la teoría de que no existe nada que una buena polca paraguaya no pueda curar”.
¿Se puede enamorar escuchando música paraguaya? “Claro que sí, imagínate que alguien te diga ‘Che ndahecháiva ndéicha iporãva, oimépa ijára nekorasõ’ o ‘Y de repente si me sonríes che apytáva che tavyete’, versos de la composición Amor y Rosa, de Hilarión Correa”.
A nivel internacional, Cazzola recorrió festivales folclóricos de Argentina, Brasil, Chile y Bolivia.
Lo que hay que escuchar
La chica tiene clara la película de lo que hay que oír para apreciar la música paraguaya. Entre sus favoritos y recomendados aparecen en primer lugar Luis Alberto del Paraná, también los dúos Méndez-López, Quintana-Escalante y Pérez-Peralta, “me hacen llorar cada vez que los escucho”. Sigue la lista con Luis Álvarez, Sergio Cuquejo, Óscar Pérez, Demetrio Cardozo, del Grupo Amanecer de Santaní; Los Alfonso, Ecos, Las Paraguayas, Mirta Noemí Talavera; los arpistas Marcelo Rojas, Marcelo Ojeda y Martín Portillo y, obviamente, “amo a los jóvenes que hacen folclore”: Melissa Hicks, Tierra Adentro, Latido Guaraní, Nestorló, Oasis de Villarrica, Vicky Díaz, Solange Anahí, Dalma Ferreira, Susana Zaldívar, Isabel Vera, Roscer Díaz y Cielito Fernández.
Fotos: ABC Color/Diego Peralbo/Gentileza.