Excesos en las fiestas: consejos para la panza, la cabeza y el corazón

Las fiestas son momentos de celebración con comida, bebida y diversión en su máximo esplendor. Sin embargo, es importante ser conscientes de que los excesos pueden tener consecuencias adversas para nuestra salud física y emocional.

Fiestas, celebraciones.
Fiestas, celebraciones.Shutterstock

Adoptar ciertos hábitos saludables te permitirá disfrutar de las fiestas de forma plena mientras cuidás de vos mismo. Recordá que disfrutar no significa excederse, y que el equilibrio es la clave para unas celebraciones memorables y saludables.

La clave está está en la moderación, sobre todo cuando hablamos de comida y bebidas alcohólicas. Un brindis ocasional está bien, pero el consumo excesivo de alcohol puede ocasionar deshidratación, resacas y problemas a largo plazo en el hígado y el corazón.

Para mantener tus límites te recomendamos hidratarte bien y para lograrlo alterná bebidas alcohólicas con agua y conocé tus límites, escuchá a tu cuerpo y detenete cuando sientas que bebiste lo suficiente. No olvides comer algo antes de comenzar a tomar, para reducir la absorción de alcohol en tu sistema.

Alimentación balanceada y salud emocional

Las mesas festivas están llenas de deliciosos platos difíciles de resistir, pero una alimentación desbalanceada puede provocar malestar estomacal y aumento de peso no deseado.

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Serví pequeñas cantidades de diversos platos para disfrutar sin excesos, priorizá opciones ricas en fibra como frutas y verduras para equilibrar tu ingesta; y masticá lentamente, ya que esto ayudará a una mejor digestión y te hará sentir satisfecho más rápidamente.

Durante las fiestas es fácil caer en el sedentarismo. Asegurate de reservar tiempo para el ejercicio, una herramienta clave para mantener el bienestar físico y mental. Participá en actividades familiares y con mascotas, como caminatas o juegos al aire libre y dedicá al menos 30 minutos al día a alguna actividad física extra, ya sea en casa o en el gimnasio.

Hidratación.
Hidratación.

Lo importante es siempre escuchar a tu cuerpo, ya que no todos los días son iguales. Estar en sintonía con lo que realmente necesitás es fundamental para evitar excesos.

Para eso habrá que aprender a diferenciar entre el hambre real y los antojos emocionales.

Por último, no olvides la importancia del descanso y la salud emocional. El sueño adecuado es esencial para la recuperación y el bienestar general. Además, las festividades pueden ser emocionalmente exigentes, por lo que te recomendamos apartar momentos de tranquilidad y reflexión.

No dudes en hablar sobre tus emociones e interactuar con personas de confianza. Una mente relajada y tranquila difícilmente caiga en los excesos. ¡A disfrutar en equilibro!

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