La maternidad no trae manuales, y menos aún cuando se comparte con una carrera profesional exigente. María Fernanda Carron lo sabe muy bien.
Administradora de empresas, con un Máster en Finanzas y Administración de Empresas, María Fernanda vive cada día con la convicción de que se puede ser una mujer comprometida con su trabajo sin dejar de ser una madre presente, amorosa y profundamente conectada con sus hijos sabiendo que lo que importa es la calidad de tiempo con ellos.
“Sin lugar a dudas, los primeros años de los mellizos fueron los más desafiantes”, recuerda.

Los mellizos Fabrizio y Patricio, hoy de 18 años, llegaron tras una gran espera y colmaron de alegría a la familia.
“Administrar la alegría de los mellis, que fueron muy esperados, con la culpa de tener que dejarlos para las jornadas laborales fue difícil pero al mismo tiempo de gran crecimiento”, confiesa.

Ella comprendió que la calidad del tiempo está por encima de la cantidad. “Aprendí a aprovechar cada minuto con ellos”, resalta.
Para ella, ser madre y profesional no son roles opuestos, sino complementarios.
Desde el nacimiento de sus hijos, su visión sobre el trabajo cambió profundamente. “La perspectiva y propósito de lo que hacía cambiaron. Ellos se convirtieron en el centro. Esto obliga a compaginar mucho mejor los roles y buscar más eficiencia”, declara.
María Fernanda transmite a sus hijos, con el ejemplo, los valores que la guían. “El esfuerzo, aprender a amar lo que uno hace, y construir día a día con constancia, compromiso y perseverancia. Nada se construye ni se disfruta sin esfuerzo”, afirma.
Criar con valores, liderar con el corazón
Recuerda con ternura los momentos más cotidianos, en los que encontraba respuestas inesperadas de los mellizos.
“En alguna merienda, compartiendo el día a día, puedo escuchar y aprender tanto de ellos. Cada uno, en su estilo, saben darme los mejores consejos y, sobre todo, el apoyo necesario”, valora.

Sus hijos la inspiran con esa mirada fresca sobre el mundo actual. “Con los cambios tecnológicos que vivimos, es esencial escuchar a nuestros hijos, aprender de ellos y de la nueva visión que tienen del mundo”, refiere.
Hoy, al mirar hacia atrás, ella le diría a su “yo” del pasado que no deje de soñar, de estudiar y de esforzarse.
“Que no busque ser la mamá perfecta, sino la mamá de ellos y para ellos. Que no vea jamás la maternidad como un obstáculo, sino como el motor y la fuerza para ser mejor y superarse cada día”, asegura.
El mayor anhelo de María Fernanda como madre es ver a sus hijos realizados como personas íntegras.
“Sueño ver a mis hijos convertidos en personas de bien, honestas, dedicadas y comprometidas con su entorno y país. Esto hace que en el ámbito profesional busque poder construir, aportar, debatir, enseñar en un ambiente que permita la diversidad de ideas, pero que prevalezcan los valores e ideales”, revela.

María Fernanda vive con el corazón puesto en sus prioridades: su familia, su trabajo, su crecimiento personal y su vocación de contribuir al entorno que la rodea, sabiendo que es afortunada de tener una vida con propósito, en la que cada desafío se transforma en oportunidad.
Identikit
María Fernanda Carron Montero.
Familia: Patricio Pederzani (marido) y dos hijos mellizos: Fabrizio y Patricio Pederzani (18 años).
Profesión: Administración de Empresas.
Títulos: Máster en Finanzas, MAE.
Hobby: Leer y caminar.