En ese recorrido, productos como los termos Stanley no solo aportan practicidad, sino que acompañan una forma de vivir el ritual con más conciencia, más durabilidad y más identidad, porque cuando una marca trasciende la función para convertirse en parte del hábito, deja de ser solo un objeto.
Se convierte en un compañero. Y ahí, Stanley parece haber encontrado su lugar definitivo.
“El frío potencia la necesidad, pero la costumbre está todo el año”, afirma Luz Cabral Medina, gerente de Marketing de Sindec SA, representante oficial de Stanley en Paraguay.
A su criterio, si bien el mate es un hábito cotidiano, incluso en pleno verano, el otoño e invierno paraguayo reavivan el interés por productos que garanticen una óptima conservación del calor.
“El consumidor busca productos que garanticen buena conservación del calor, materiales seguros y una durabilidad real, y ahí es donde Stanley marca la diferencia”, afirma.
Entre los modelos más recomendados para enfrentar el frío al aire libre, Cabral destaca el Stanley Classic, un termo tradicional por fuera, pero moderno por dentro.
“Por su resistencia y su capacidad térmica se convierte en el compañero ideal para climas cambiantes y largas jornadas al aire libre”, explica.
No obstante, el gran protagonista del último tiempo es el Mate System, un diseño que combina funcionalidad y practicidad.
“Con pico cebador, tapa que funciona como mate y un formato práctico y todo en uno, rompió esquemas y redefinió la forma de tomar mate fuera de casa”, asegura.
Consultada sobre el diferencial del consumo del mate en Paraguay frente a otros países de la región, Cabral señala una conexión cultural profunda.
“El mate forma parte de la identidad paraguaya desde tiempos ancestrales, con raíces profundas en la cultura guaraní. A diferencia de otros países, en Paraguay se prioriza la practicidad sin perder el valor ritual“, opina.
Stanley, con más de un siglo de historia, se ha ganado un lugar de prestigio en ese escenario. Sus termos, fabricados en acero inoxidable de grado alimenticio y libres de BPA, conservan el calor por más de 20 horas.