La generación Zalpha está integrada por adolescentes de entre 10, 12 y 18 años. Nacieron ya en un entorno 100% digital que influyó en su desarrollo y marcan una diferencia significativa con otras generaciones. Se comunican, consumen y hasta se informan de todo lo que ocurre en el mundo de manera muy distinta. Desde sociólogos hasta expertos en mercadotecnia estudian sus comportamientos.
Los nacidos entre 2010 y 2025 emergen con una fuerza impresionante en el escenario social y cultural. Representan un cambio radical en la forma en que se comunican, aprenden y actúan debido a que crecen en un mundo digital, rodeados de tecnología avanzada desde su nacimiento.
Sus habilidades en el manejo de dispositivos y plataformas digitales son excepcionales. Consumen y crean contenido que otras generaciones los ven como audaces al punto de generar tendencias con alcance global.
Habilidades creativas
Otra de sus características destacadas es la capacidad para conectarse con personas de diferentes orígenes culturales y sociales.
Esto les permite abordar problemas globales con una perspectiva fresca y colaborativa. De hecho, su talento es la adaptabilidad. Frente a un mundo cambiante y vertiginoso, estos jóvenes potencian sus capacidades de reinvención y hallazgo de soluciones que apuntan a la innovación.
Desde habilidades creativas hasta el pensamiento crítico, los Zalpha están listos para influir en el mundo y redefinir lo que significa ser joven en este siglo.
Zona intermedia
Un reportaje publicado por la agencia EFE explica que los jóvenes de la también denominada generación Zalpha, que ocupan una zona intermedia entre las generaciones Alpha y Z, están redefiniendo los hábitos de consumo, las dinámicas familiares y la toma de decisiones dentro del hogar, según Miguel González-Durán, experto en tendencias de mercado.
“Los Zalpha son un grupo híbrido, en plena formación; un crisol donde se mezclan dos generaciones muy potentes, de las cuales se diferencian. Son los hijos mayores de los milenials y los hermanos pequeños de la generación Z. Su influencia crece y abarca los ámbitos económico y social”, destaca González-Durán.
Añade el artículo que los especialistas en tendencias de los mercados infantil, juvenil y familiar detectaron una transformación emergente en los hábitos de consumo de productos, servicio e información, y en las relaciones sociales y familiares, que no había sido prevista y que está impulsada por la denominada generación Alpha-Zeta o Zalpha.
¿Qué los distingue de generaciones anteriores, como la Z? Según González, “existe una gran diferencia. Mientras la generación Z recuerda el mundo previo a los smartphones, los Zalpha han nacido directamente conectados. Son nativos digitales puros y eso define su manera de aprender, comunicarse y consumir. Ahora bien, su comportamiento y valores también dependen mucho del contexto donde crecen. No es lo mismo un adolescente Zalpha en Estados Unidos que en América Latina o en Europa: los niveles de acceso a la tecnología, la educación o la libertad de expresión varían y eso matiza su manera de vivir lo digital y su sensibilidad social.
Consultores digitales
La denominación de generación Alpha la acuñó el investigador australiano Mark McCrindle. Pero al ver que muchos Alpha mayores se comportaban como Z y viceversa, surgió la necesidad de reconocer este grupo demográfico “puente”, los Zalpha, explica González-Durán.
Los rasgos que destacan a esta generación intermedia es que están hiperconectados, visuales, rápidos y sensibles a los grandes temas sociales. Aunque hay que entender que esto se vive de forma diferente según el entorno.
A diferencia de otras generaciones, en los Zalpha “el uso asiduo de TikTok, Instagram Reels, YouTube Shorts, videojuegos y eSports es uno de los patrones de consumo digital más común de esta generación.
Por otra parte, resume el reportaje de Ricardo Segura para la agencia EFE, en sociedades más abiertas, es habitual que lideren conversaciones e, incluso, influyan directamente en cambios de hábitos. En todas partes son los “consultores digitales” del hogar, pero no en todos los hogares tienen el mismo poder de decisión.