Con origen en el sur de Estados Unidos, este plato se ha reinventado en todo el mundo, mezclando técnicas, sabores y tradiciones que lo mantienen siempre vigente.
¿Cuál es el secreto del pollo frito perfecto? Crujiente por fuera, tierno por dentro: esa es la fórmula ideal. Y aunque existen mil versiones, hay tres pilares que nunca fallan: un buen marinado, un empanizado bien sazonado y una fritura controlada.
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Tips esenciales para hacer pollo frito y crujiente
Marinar con intención: el suero de leche o yogur con especias hidrata y ablanda la carne. Lo ideal es dejarlo reposar toda la noche.
Doble empanizado: harina con condimentos, luego mezcla líquida (como huevo o leche) y otra capa de harina. Ese doble paso crea una corteza firme y sabrosa.

Maicena en la mezcla: sumar almidón de maíz a la harina mejora la textura crujiente.
Aceite caliente y sin apuro: freír a 180 °C y no llenar demasiado la sartén. La clave es mantener la temperatura constante.
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Tendencias que están reversionando al pollo frito
El boom global de este plato generó fusiones, adaptaciones saludables y nuevos estilos en todo el mundo:
Korean fried chicken: bañado en salsas agridulces y picantes, con rebozados livianos pero ultracrujientes.
Air fryer lovers: cada vez más versiones al horno o en freidoras de aire, para reducir grasas sin sacrificar textura.
Empanizados alternativos: desde panko japonés hasta harinas sin gluten o de arroz.

Sabores locales: ají panca, huacatay, curry, cúrcuma o gochujang están ganando terreno.
Salsas artesanales: miel picante, alioli de hierbas, salsas fermentadas o ahumadas.
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Maridajes para pollo frito: ¿qué cervezas, vinos o tragos van mejor?
Crujiente, jugoso y lleno de sabor, el pollo frito es un ícono universal del comfort food. Pero para disfrutarlo al máximo, hay una pregunta clave: ¿con qué bebida se acompaña mejor?

Ya sea con una cerveza bien fría, una copa de vino o un cóctel fresco, elegir el maridaje adecuado puede potenciar cada bocado.
En primer lugar hay que decir que la cerveza y el pollo frito son un matrimonio natural. El gas, la frescura y la ligereza de muchas cervezas las convierten en aliadas infalibles para equilibrar la untuosidad de la fritura. Son ideales las lager o pilsener, ligeras, frescas y con amargor justo. Limpian el paladar y realzan los condimentos del empanizado.
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Las IPA (india pale ale), con notas cítricas y amargor intenso, son ideales para versiones picantes o especiadas del pollo frito. Witbier o cervezas de trigo, suaves y frutadas, combinan bien con versiones asiáticas o con toques de jengibre y ajo. Y las amber ale, con su carácter maltoso y notas a caramelo hacen buen balance con el sabor profundo del pollo tradicional.
Por otro lado, aunque poco habitual, el vino puede ser un maridaje sorprendente para el pollo frito, si se elige con inteligencia. En los espumosos (champagne, prosecco, cava) las burbujas y la acidez cortan la grasa y aportan frescura.
El riesling (semiseco) es perfecto para pollos especiados, ya que ofrece un contraste dulce y ácido muy refrescante. El chardonnay joven (sin madera) aporta cítricos y equilibrio para un pollo más clásico y crujiente; y el rosado seco, con su toque liviano y frutal, acompaña sin competir y realza los sabores del plato.
En cuanto a los cocteles, los tragos bien equilibrados, con acidez y frescura, pueden ser aliados brillantes del pollo frito. Por ejemplo el gin tonic, con el amargor de la tónica y los botánicos del gin, limpia el paladar y suma sofisticación.
El whiskey sour, con la acidez del limón y el cuerpo del whiskey, hace equilibrio con la intensidad del plato. Podés optar también por una michelada, ideal si querés un perfil más especiado y refrescante, con guiño latino; o un mojito para aportar frescura frente al empanizado crocante y condimentado.
El secreto de un buen maridaje con pollo frito está en el equilibrio: necesitás acidez, burbujas o notas cítricas para contrarrestar la grasa, sin opacar el sabor del plato. Ya sea con una cerveza artesanal, una copa burbujeante o un cóctel bien pensado, el objetivo es el mismo: realzar el bocado más crujiente del menú.
Cómo hacer pollo frito casero
Pollo frito
- Plato: Entrada
Ingredientes
- 1 kilogramo de presas de pollo
- 500 mililitros de suero de leche o yogur natural
- 2 tazas de harina
- ½ taza de maicena
- 2 huevos
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimienta
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 litro de aceite vegetal
Elaboración paso a paso
- Marinar el pollo en el suero con las especias y dejar, como mínimo, 2 horas en frío.
- Mezclar la harina, la maicena y los condimentos.
- Batir los huevos en un bol aparte.
- Retirar el pollo, pasarlo por la harina, luego por el huevo y otra vez por la harina.
- Freír en aceite caliente (180 °C) entre 10 y 12 minutos por lado.
- Escurrir en papel absorbente y servir caliente con tus salsas preferidas.