Avances en cirugía reconstructiva

Una de las metas que se desea lograr en la reconstrucción mamaria es, como en toda cirugía reparadora, obtener el mejor resultado funcional y estético posible y que, además, el procedimiento elegido sea el más conveniente para cada caso.

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En reconstrucción mamaria, uno de los objetivos es conseguir una mama lo más parecida a la natural, con el menor sacrificio anatómico para la mujer y que, además, el procedimiento elegido sea el más conveniente para la paciente.

Afortunadamente, la medicina actual cuenta con varias opciones de procedimientos que le permitirá recuperar el equilibrio corporal perdido, ayudándole a superar el cáncer de mama y el trauma que supone una mastectomía.

El Dr. Derliz Mussi Martínez, cirujano plástico, estético y reconstructivo, y con una maestría en cirugía estética y reparadora, nos brinda más detalles sobre el tema. “Lo más nuevo es, por sus siglas en inglés, la Anatomical Brest Restauration (TBAR), que surgió en Barcelona. Hay un grupo que se dedica exclusivamente a hacer reconstrucción mamaria y realiza una combinación de algún colgajo libre (porción de piel sana que en las operaciones quirúrgicas se reserva para cubrir la herida), ya sea Deep Inferior Epigastric Perforator (DIEP) o Superior Gluteal Artery Perforator (SGAP) más una transferencia linfática”, explica.

En DIEP, el colgajo más utilizado es el abdominal. “Se retira del abdomen un pedazo de piel y grasa, como si fuera una dermolipectomía (se extirpa del abdomen toda la piel y grasa excedente), con la arteria que irriga esa piel y se anastomosa (se junta) generalmente”.

Este tipo de cirugía, si bien es un poco más costoso porque se precisa de un equipo tecnológico y personal entrenado en microcirugía, es el ideal porque la textura de la grasa del abdomen es similar a la de la mama. Y si la paciente no opta por este procedimiento, se le brindan otras opciones, como la prótesis, que es lo más usado en todo el mundo hasta hoy; el colgajo del dorsal ancho (el músculo que está debajo de la escápula) o el mismo músculo y la grasa que se usa en el DIEP, y el colgajo miocutáneo de recto abdominal transverso (TRAM). Según el profesional, estas son las tres más utilizadas.

Una pregunta frecuente al conocer este tipo de procedimientos es si todas las pacientes se pueden reconstruir la mama. El galeno refiere que toda mujer que ha sido sometida a una mastectomía o se le ha practicado una recesión de mama, ya sea parcial o total, es candidata a una reconstrucción. “No importa su edad, sí su estado de salud”.

Sin embargo, estas técnicas de reconstrucción —los colgajos y las prótesis—, muchas veces, no son apropiadas para todas las mujeres. Si bien los implantes son una excelente opción y normalmente son los más utilizados, el inconveniente es que generalmente solo pueden ser realizados en pacientes que no han sido irradiadas y, en su mayoría, reciben este tratamiento luego de una mastectomía.

Cuando la prótesis no funciona, se recurre a los colgajos, que se subdividen otra vez en pediculados, es decir, los del dorsal ancho y del TRAM −que son los más usados− y los libres, DIEP. La ventaja de este procedimiento es que no se está sacrificando musculatura como en los otros colgajos. “El cáncer de mama se detecta cada vez más en pacientes jóvenes. Y hay gente que se cura y no vale la pena sacrificar una parte de la musculatura de pacientes que pueden llevar una vida normal”.

Explica que en este tema entra a tallar también el resultado estético, que en este caso es bastante parecido a la mama normal. Agrega que sicológicamente las pacientes están mucho más satisfechas con este procedimiento que con los colgajos o con una prótesis, la cual, sin embargo, es muy útil en pacientes muy delgadas.

El tiempo de espera para realizar la reconstrucción mamaria es relativo y varía de acuerdo a cada caso. “Generalmente, los que manejan ese tema son el mastólogo o el oncólogo; hay cánceres que se detectan en forma muy temprana, entonces se puede hacer la mastectomía y la reconstrucción mamaria en el mismo acto quirúrgico”.

Pero si hay pacientes que van a ser irradiadas o si el oncólogo determina que hay que esperar un poco más, se posterga hasta que estén listas. “El mastólogo es el que tiene la última palabra”.

El Dr. Mussi señala que muchas veces la sociedad misma considera que no es necesaria la reconstrucción de la mama. “Es como si dijeran que al sacarse el cáncer ya se terminó, pero no es así; las mujeres sufren y cada vez hay más casos de pacientes jóvenes. Lo ideal sería que hubiera un centro de cáncer de mama al cual todas pudieran acceder”.

Resalta que son alarmantes los casos de mastectomía no precisamente por cáncer, sino debido a que algunas mujeres se inyectan en las mamas sustancias que no son adecuadas ni están aprobadas. “Hay mucha imprudencia e impericia en algunos casos”, concluye.

Por qué hacerse una reconstrucción

Uno de los mayores estudios respecto a la calidad de vida de la mujer se hizo en Melbourne, Australia, y concluye que las mujeres que se hicieron la mastectomía tienen mayores incidencias de alteraciones psiquiátricas y sociales, insatisfacción respeto a su propia imagen, pérdida de la autoestima, sensación de la feminidad disminuida, pérdida de sus capacidades sociales, muchas terminan desarrollando depresión y disfunciones sexuales. Es tan importante el tema que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la reconstrucción mamaria logra el bienestar y la salud que se necesitan después del cáncer de mama.

mpalacios@abc.com.py 

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