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El artista Roberto Holden Jara, su vida y obras componen el nuevo libro de Amalia Ruiz Díaz, que forma parte de su colección Grandes Pintores Paraguayos. El volumen cuenta con una completa reseña sobre este gran pintor, formado en la Academia de San Fernando de España, con impresionantes cualidades. Hasta allí había ido apoyado económicamente por una persona que murió a los pocos años; al quedarse sin esa beca, sus propios maestros se comunican con el Gobierno paraguayo para pedir apoyo, lo que fue aceptado y así pudo terminar la carrera, según explica la autora.
Ruiz Díaz publicó anteriormente los libros-catálogos de Jaime Bestard y Modesto Delgado Rodas; además, prepara dos volúmenes más sobre Pablo Alborno y Juan Samudio; todos ellos, enviados becarios a Europa luego de la Guerra de la Triple Alianza. Fue una nueva generación de pintores con grandes talentos, pero había un vacío por la falta de registros, por eso se abocó de lleno a investigar su legado. No fue una tarea fácil; incluso, en algunos casos, la tarea demandó varios años por la falta de documentos.
El libro está clasificado según el tipo de obras: paisajes, naturaleza muerta, desnudos y una importante sección de murales hechos por el artista, varios de los cuales fueron realizados para el Ministerio de Defensa.
Sin embargo, la autora, que es esposa y madre de dos hijos, se aboca de lleno a esta tarea que representa también una gran pasión. “La investigación es apasionante. Siempre hago hincapié en que las mujeres que nos postergamos para cuidar a nuestros hijos y dedicarnos a la familia podamos regresar a la universidad cuando ellos vayan al colegio. Así empecé esta carrera a los 42 años. Jamás imaginé todo lo que iba a conseguir y esto se lo debo a mi marido, porque fue él quien me inscribió en la universidad. Culminé mi carrera y en 2006 fui contratada para ser maestra de Investigación en el Instituto Superior de Arte (ISA)”, cuenta una emocionada Amalia Ruiz Díaz.
Holden Jara
Nació en Asunción el 24 de junio de 1900. A los 12 años inició sus estudios con el pintor Héctor Da Ponte. Luego, tomó clases en la Mutualidad de Estudiantes de Bellas Artes, en Buenos Aires. Fue alumno de la Escuela Especial de Pintura, Grabado y Escultura de San Fernando (Madrid), donde fue compañero de Salvador Dalí. Más tarde, fue becado por el Gobierno paraguayo a Francia e Italia. Protector de los indígenas, aprendió incluso sus dialectos. Fue presidente de la Asociación Indigenista del Paraguay, del Centro de Artistas Plásticos del Paraguay y del Comité Nacional de Artes Plásticas-filial de Unesco. Fue director de la Escuela de Bellas Artes dependiente de la UNA desde su fundación en 1957 y enseñó allí 20 años.
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