Histórica despedida del rey Juan Carlos I

¡El rey Juan Carlos de España abdicó al trono! A los 76 años, luego de pasar 39 años al frente de la monarquía, cede la corona a su hijo Felipe de Borbón, el actual príncipe de Asturias, quien será proclamado rey de España el próximo 18 de junio.

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Pese a que su imagen se vio afectada en los últimos años por diversos escándalos, incluido un caso de corrupción que salpicó a su familia, su abdicación el pasado 2 de junio resultó sorpresiva para muchos españoles, que no conocieron otro rey que Juan Carlos I y a quien muchos reconocen su papel fundamental en la consolidación de la democracia en España.

Según el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, la decisión fue suya y nada más que suya. “Hoy merece pasar al frente una generación más joven y, en este sentido, el príncipe Felipe tiene la madurez y el sentido de responsabilidad necesarios como para abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación, para lo cual contará con el apoyo de la princesa Letizia”, dijo Juan Carlos en una declaración posterior a su decisión. De esta manera, el monarca, que fue protagonista de un siglo intenso para su país, le dice adiós a una era. La España que hoy se despide de él como rey es bien diferente de aquella que lo recibió por primera vez en noviembre de 1948 cuando Juan Carlos, entonces un niño de 10 años, dejó atrás a su familia en la ciudad portuguesa de Estoril y partió en un tren rumbo a Madrid para educarse en el país del que un día sería rey.

Juan Carlos I de Borbón y Borbón-Dos Sicilias fue proclamado rey en 1975, tras la muerte de Franco. “Juan Carlos fue el rey designado por Franco, no por los españoles”, señalaron por décadas republicanos y partidos como Izquierda Unida.

Sin embargo, el reconocimiento a su papel en el período de transición fue amplio. En particular, su actuación después del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, cuando un grupo de guardias civiles tomaron el Congreso de los Diputados.

Franco llevaba seis años muerto, pero la democracia española era frágil y los golpistas esperaban el apoyo del rey. Un taciturno y joven rey salió entonces en la televisión con una voz gangosa para condenar el golpe. “La Corona no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático”, subrayó frente a millones de españoles.

“Hoy somos todos monárquicos”, exclamaba el histórico líder comunista Santiago Carrillo. En parte gracias a este episodio, muchos españoles se consideraban juancarlistas, más que monárquicos.

Esa misma gratitud y la autocensura lo protegieron por décadas de críticas y miradas indiscretas hacia su vida personal, salpicada de amoríos a pesar de la reina o de amigos non gratos. Pero durante los últimos años algo cambió en España y el velo que parecía hacerlo intocable.

El maleficio del elefante

En abril de 2012, un desafortunado incidente que se hizo público pareció abrir definitivamente la caja de pandora de los males sobre la monarquía española. Entonces tuvo que ser operado de una fractura múltiple de cadera que se produjo —según la informaciones publicadas por medios españoles— mientras se encontraba cazando elefantes en África.

En lo que coinciden los analistas es en que el episodio de Botsuana llegó en un mal momento para la monarquía española, que todavía está lidiando con las consecuencias de la crisis desatada por la implicación del marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín, en una trama de corrupción.

Cuando estalló ese escándalo, la Casa del Rey tuvo el gesto de hacer públicas parcialmente sus cuentas por primera vez, como muestra de transparencia. Para entonces, ya se había roto una especie de pacto no escrito, y la balanza de opinión, que hasta entonces lo estimaba como un popular monarca en su país e Iberoamérica, se inclinó al otro lado.

El tercero

El rey Juan Carlos se convirtió en el tercer monarca europeo en abdicar, en menos de dos años, después de que en 2013 lo hicieran la reina Beatriz de Holanda y el rey Alberto II de Bélgica. La primera en hacerlo fue la reina Beatriz, quien el 28 de enero del 2013 anunció que pasaba el trono a su hijo Guillermo, lo cual implicaba la vuelta de un varón al trono.

La abdicación del monarca se produce en momentos en que la Corona española se ha visto sacudida por diversos escándalos que han perjudicado su popularidad y después de que el rey fuera sometido a varias intervenciones quirúrgicas. El monarca fue operado 13 veces desde 1954 por diversas afecciones, desde várices, apendicitis, antebrazo, muslo, tórax, fisura en la pelvis, extirpación de un nódulo benigno, reconstrucción del tendón de Aquiles del pie izquierdo, artoplastia en la rodilla derecha, fractura de la cadera hasta operación de una hernia discal en la zona sacro-lumbar tras la agudización de una hernia que llevaba años diagnosticada. La última vez que pasó por el quirófano fue el 21 de noviembre para implantarle una prótesis de cadera definitiva. El costo de las operaciones del 2013 fue de 165.189 euros.

Vida marital

Según Infobae, “Los reyes solo fueron pareja en sentido marital hasta la muerte de Franco”, asegura Pilar Eyre en La soledad de la reina, el libro en el que relata intimidades desconocidas de la pareja real española. Juan Carlos I de Borbón y Sofia Margarita Victoria Federica, oficialmente Sofía de Grecia y Dinamarca, se casaron en 1962. Fueron 13 años los que vivieron como “civiles”. “La reina, entonces princesa, vivió los momentos más alegres de su vida”, contó la periodista en una entrevista concedida en enero de 2012 a Federico Jiménez Losantos en Es la mañana de Federico, su programa en la emisora EsRadio.

El 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco, Juan Carlos fue proclamado rey de España, y todo cambió. A partir de ese momento, al flamante monarca “se le rendían a sus pies todas las señoras de la corte, las artistas y nobles”, según contó Eyre.

Previendo que esto podría ocurrir, antes de morir, Franco había estipulado un “decálogo de conducta para que el rey fuera fiel a la reina”. Pero de poco sirvió durante los 39 años de reinado. Entre sus supuestas amantes hubo muchas celebridades. La actriz Sara Montiel es una de las que más se menciona. Novia de varios actores de renombre, “Sarita” deslumbró a Hollywood y triunfó en varios países. A pesar de ser diez años mayor que él, se cree que mantuvieron un amor clandestino. En la larga lista también figuran la condesa Olghina Micolis de Robilent, la alemana Julia Steinbuch, la actriz y conductora española Bárbara Rey, y la cantante Paloma San Basilio. Pero la que mayor resonancia tuvo en la opinión pública fue Lady Di. Colin Campbell, biógrafa de Diana Spencer, contó hace algunos años que la princesa de Gales y el rey tuvieron una aventura en un crucero durante el verano de 1986 y en abril de 1987. “La última novia del rey es una alemana de nombre Corina y es muy joven. Pero las anteriores sí que han sido de una edad adecuada para él”, concluyó Eyre.

El sucesor

Datos recabados de la agencia Efe indican que el príncipe de Asturias, que reinará como Felipe VI, va a poner en valor la institución monárquica desde el primer día. Porque lo más importante que da la monarquía al país es una estabilidad y previsibilidad. Por más imprevisible que fuera la renuncia del rey, la Corona ofrece la estabilidad de un recambio formado desde que el rey asumió el trono en 1975. Felipe VI tiene una preparación labrada con los mejores maestros de España y el mundo. Asistió a casi todas las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos del último cuarto de siglo. No puede haber mejor escuela de gobierno que haber tenido como interlocutores a los presidentes salidos de las urnas en la América Hispana. Y el valor de esa escuela está no solo en los estadistas que Felipe VI ya conoció. Está también en los presidentes delincuentes y criminales que conquistaron el poder por las urnas y acabaron en la cárcel. Y don Felipe conoció a más de uno. Eso tiene un valor especial para su condición de monarca constitucional.

Medios se hacen eco

“Los salvadores de la monarquía española”, “El impecable Felipe”, “Larga vida al rey”, “Un nuevo aire de esperanza”, El ‘chico bueno’ llega al trono”, “Los desafíos del nuevo príncipe”, “Un trono moderno en España”, “El final de una era”... Estos son algunos de los titulares que la prensa internacional sacó a toda página en sus portadas haciéndose eco de la noticia de la abdicación de don Juan Carlos, que traspasó las fronteras llegando al mundo entero.

Todos coinciden en una cosa y no es otra que alabar la figura de los futuros reyes, don Felipe y doña Letizia, a los que auguran un futuro prometedor al frente de España. Algunos como The Times dedicaron una entrañable y familiar fotografía a cuatro columnas de los príncipes y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, mientras que otros, como The Daily Telegraph, dieron todo el protagonismo a Letizia, con un bello retrato oficial con el título: “La nueva reina de España”. De hecho, son muchos los que coincidieron en resaltar la elegancia de la princesa, destacando el glamour y el estilo que siempre caracteriza sus looks, tanto en su día a día como en eventos más formales, como cenas de gala, recepciones en palacio o bodas reales.

Nuevos aires soplan en la madre tierra.

ndure@abc.com.py

Fotos EFE/AFP.

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