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El polideportivo 1 de la Escuela de Educación Física de las Fuerzas Armadas se va poblando poco a poco a medida que se acerca la hora pactada para el entrenamiento. Algunos apurando la salida del trabajo y otros más relajados por estar disfrutando de las vacaciones en el colegio o la facultad, pero todos llegan con una sonrisa que evidencia el contento por compartir una noche entre compañeros de equipo que a esta altura ya son amigos.
Ya dentro del perímetro de esta cancha de básquet con un reluciente piso de parquet, las sillas empiezan a rodar bajo la atenta mirada del entrenador Mario González. Unas breves indicaciones bastan para que la maquinaria empiece a funcionar y las pelotas viajen de mano en mano en medio de lo que sería un ejercicio de pases.
“Este deporte es exclusivo para personas con cuadriplejía. En realidad, estas sillas que estamos usando ahora no son las que se usan en el deporte, las reglamentarias ya están en camino. El deporte en sí no tiene un contacto físico, pero lleva el nombre de rugby por la filosofía del rugby en sí. Aparte de la honestidad y la amistad, también el espíritu del rugby dicta que todos pueden jugar, puede jugar el alto, puede jugar el gordo, el flaco y en el quad rugby también se le da la oportunidad a todos los que quieran probar”, explica Mario González, quien desde agosto de 2012 coordina a este entusiasta grupo de atletas.
Modelo de inclusión
El quad rugby es una modalidad deportiva que desembarca en nuestro país de la mano del proyecto Maximus Project, impulsado originalmente por la fundación colombiana Arcángeles, que tomó contacto con la Secretaría Nacional de Deportes (SND) y otras instituciones con el objetivo de replicar un modelo que también tiene sus células en otros países sudamericanos como Bolivia, Chile y Brasil.
“En nuestro país, la discapacidad nunca fue muy tomada en cuenta para el área deportiva como hoy lo es. Ahora, la SND ya creó Departamento de Deporte Inclusivo, en donde se está trabajando con los deportes paralímpicos, con los deportes de olimpiadas especiales y para los deportes enfocados en los adultos mayores. Es un departamento muy nuevo, pero que hoy está trabajando gracias al quad rugby, con miras a abrir las puertas de nuestro país a más deportes para personas con discapacidad. El director de este departamento es un jugador nuestro, Emilio Fleitas, y tenemos la suerte de estar trabajando desde adentro con él”, refiere González.
Fuerza y empuje
A pesar de que en el quad rugby técnicamente no existe contacto físico, sí se necesita destreza y fuerza para dominar la silla y avanzar con la pelota. “Se juega con una pelota redonda de vóley; ellos tienen que pasar la zona de conos, que es un área delimitada al fondo de la cancha para realizar un punto. No hay contacto físico, pero cuando llevan la pelota en el regazo está permitido robarle el balón al rival sin tocarlo. Contacto de silla sí hay, son contactos bastante fuertes de choques que están permitidos. También tenemos cuidado con los contactos indebidos que ocurren cuando le chocan a algún jugador desde atrás o le levantan desde el costado; hay ciertos choques que están penalizados y no pueden ser aplicados dentro del juego”, explica González sobre el reglamento.
Las sillas utilizadas en el quad rugby son reglamentarias y especialmente diseñadas para este uso. Existen sillas para atacantes y defensores; que tienen la parte media más baja y las ruedas en orientación diagonal para que el atleta pueda adquirir mayor velocidad durante el juego.
También tienen una buena protección y las ruedas son especiales. La fundación Arcángeles envió un lote de 15 sillas profesionales que están llegando al país y pronto serán utilizadas en los entrenamientos.
Juego de equipo
De acuerdo a los responsables de Maximus Project, en este año se tendrán dos torneos en el mes de abril, en los que la selección paraguaya jugará un zonal contra las selecciones de Bolivia y Brasil, y luego otro encuentro posiblemente en octubre, en el que se enfrentarán en Chile las nueve selecciones sudamericanas que compiten en quad rugby. Es por eso que siguen invitando a los interesados en participar de los entrenamientos.
“Además, esto lo queremos expandir a otras disciplinas; por supuesto dependiendo de la cantidad de gente que tuviéramos. Ahora tenemos el quad rugby, pero queremos iniciar el básquetbol en silla de ruedas, porque hay muchas personas parapléjicas. También estamos pensando en el hándbol en silla de ruedas; es una modalidad que queremos implementar siempre de acuerdo a la cantidad de gente que haya este año”, menciona Emilio Fleitas, jugador del equipo y encargado del Departamento de Deporte Inclusivo de la SND.
“Estamos ahora en la época de promoción, porque en marzo tenemos un torneo y además consideramos que esta es una gran oportunidad para demostrar las capacidades de las personas y dejar la discapacidad en sí; que salga a la luz la capacidad de las personas y que este sea un mecanismo de inclusión en la sociedad. Que esto sea un momento de hacer deporte, que a todo ser humano le hace bien, y también un momento de compartir con los compañeros y hacernos amigos”, comparte Teófilo Urbieta, quien además de jugar en el equipo es el coordinador de Maximus Project en Paraguay.
La convocatoria para entrenar quad rugby está abierta para personas con cualquier tipo de discapacidad y que se movilicen en silla de ruedas. Durante los meses de enero y febrero, los entrenamientos se desarrollarán en el polideportivo de las Fuerzas Armadas, sobre la calle General Santos, los días miércoles de 20:30 a 22 y los días sábados de 10:30 a 12.
En Paraguay, el quad rugby se juega con jugadores con dificultades físicas.
El equipo contrario debe pasarse el balón o rebotarlo cada diez segundos durante el juego y 15 segundos para cruzar la mitad de la cancha.
El contacto entre sillas de rueda está permitido, pero no el contacto directo con el adversario.
El quad rugby es un deporte originario de Canadá, lugar donde inicialmente lo habían bautizado con el nombre de “balón asesino”.
Es un deporte para personas cuadrapléjicas y se practica en sillas de rueda parecidas a la de básquet, pero mucho más robustas y resistentes para los fuertes golpes e impactos.
Cada equipo tiene cuatro jugadores; se anotan puntos al cruzar la línea de gol del equipo adversario, que está entre dos conos de 8 m.
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