La leyenda de Creedence

Dos integrantes originales de la legendaria Creedence forman parte de Creedence Clearwater Revisited, agrupación que esta semana se presentará por primera vez en Paraguay.

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A finales de los años 70 dejaron sus huellas en la escena del rock mundial a través de la identidad de su música, que incluía la fuerza del blues, góspel, country y swamp rock. Con canciones, como Bad Moon Raising, Down on the Corner y Proud Mary, la banda estadounidense Creedence pasó a la historia y su legado cobra vigencia a través de Creedence Clearwater Revisited, formada en 1995 por sus dos miembros fundadores.

Uno de ellos es el baterista Doug “Cosmo” Clifford (70), quien —en entrevista telefónica con ABC Revista— reflexiona sobre los mejores momentos de la histórica banda, antes del show de este miércoles en la Conmebol.

Baterías y rock

Apenas iniciada la entrevista, el baterista reconoce que no deja de disfrutar del proyecto de Creedence Clearwater Revisited, en el cual también lo acompañan Stu Cook (bajo), John Tristao (voz y guitarra), Steve Gunner (guitarra y teclado) y Kurt Griffey (guitarra).

Su despertar musical se dio a temprana edad, apenas cuando rondaba los años de la pubertad. “Tenía 13 años, quizá 12, y había estado comprando discos de rock ‘n roll desde que tenía nueve. Me encantaba la música”, dice. “Y luego vi a The Beatles en el show de Ed Sullivan y me dije: ‘Quiero hacer eso’. No sabía qué quería tocar, pero sabía que quería hacer rock ‘n roll...”.

-¿Cuándo decidiste ser baterista?

-Vi un especial de televisión con Gene Krupa, un gran baterista de ‘big band’, cuando tenía como 12, y fue entonces cuando me di cuenta de que eso era lo que quería hacer. Pero quería hacer rock ‘n roll, no música de ‘big band’.

-Tanto en lo musical como en lo estético, ¿cuál considerás el mayor mérito o el punto más alto en la historia de Creedence?

-Es un legado de rock y buena música que tiene tres generaciones de fans y que sigue marchando y marchando... ¡Tenemos más fans jóvenes ahora que viejos!

-Se habló bastante de la participación del grupo en el histórico festival de Woodstock (1969). ¿Qué recordás especialmente de aquella participación?

-Woodstock fue una pesadilla logística. Llovía y estábamos muy retrasados en el horario; se suponía que teníamos que subir mucho antes, acabamos subiendo en plena madrugada y estaba tan oscuro que, en realidad, no podíamos ver al público. Y la audiencia respondió cuando empezamos a tocar. ¡Eran como la 1 o las 2 de la madrugada, y nos preocupaba que la gente estuviera exhausta y se durmiera durante nuestra presentación! Una vez que empezamos a tocar volvieron a la vida, fue muy espectacular.

-Luego de la separación del grupo seguiste trabajando intensamente junto a Stu Cook. ¿Cómo definirías la relación de amistad y musical que llevan tantas décadas en común?

-Somos como hermanos, hermanos cercanos. He conocido a Stu desde hace 57 años, somos básicamente una unidad.

-En tiempos de internet ha cambiado la industria del disco y los shows en vivo. ¿Cómo te llevás con las nuevas pautas de grabación, difusión y management?

-No hay un modelo para el cambio tecnológico. Pasamos del vinilo a las cintas y, luego, al medio digital. Cuando internet llegó, todos esperaban música gratis y yo le decía a la gente: “¿Por qué el músico tiene que ser castigado por ninguna otra razón, más allá de que no quieres pagar por música?”. Como si cuando trabajas y quieres cobrar, tu jefe te diga: “Lo siento, tu trabajo es gratis”. Espero que la gente vea que la música es algo difícil de hacer, y si uno tiene el sueño de ser exitoso en ella, es más difícil ahora que antes.

-Si tuvieras que elegir un momento anecdótico que haya marcado un antes y un después en tu carrera, ¿cuál sería?

-Elegiría Woodstock: fue una ocasión especial. Había 500.000 personas y no había suficiente comida, agua o refugio para ellos; pero se quedaron, no hubo violencia, compartieron entre sí. Fue un momento mágico. Fuimos la primera banda grande que firmó (para estar en el festival) y creo que si no hubiéramos firmado, mucha gente no hubiera estado en Woodstock. Ese es otro factor importante. Estuvimos en el medio de todo, en el corazón de todo, y eso no va a volver a pasar. Fue muy especial.

Creedence Clearwater Revisited en Paraguay

Miércoles 11 de noviembre de 2015
Centro de Convenciones de la Conmebol
Entradas entre G. 150.000 y G. 1.000.000
A la venta a través de Ticketea (www.ticketea.com.py).

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