Ladrillos inteligentes, paredes robóticas

Unos bloques giratorios llamados brixels, controlados mediante un software, que cambian de posición, modifican la superficie que componen y le dan movimiento, son la última generación de elementos para inspirar en arquitectura, interiorismo y arte.

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Se llaman brixels, nombre derivado de las palabras inglesas bricks (ladrillos) y pixels (el elemento más pequeño de los que componen una imagen digital), y recuerdan vagamente a los ladrillos convencionales, pero estos bloques se mueven y parecen cobrar vida propia, transformando las paredes en robots.

Estos ladrillos giratorios, controlados por un programa informático, y dotados de sistemas mecánicos y electrónicos que les permiten rotar sobre un eje en diferentes direcciones, allanarán el camino para las fachadas arquitectónicas y obras de arte controladas digitalmente y personalizables, según sus diseñadores, el estudio Breakfast.

Los brixels son una forma de crear experiencias visuales interactivas y tridimensionales, cuya apariencia puede evolucionar a través de los datos que reciben a cada instante, y de las indicaciones y actualizaciones de su software, señala el estudio (https://breakfastny.com) de Nueva York (EE. UU.).

Esta tecnología innovadora, que ya está siendo explorada por marcas prestigiosas, grupos de arquitectura y museos, para futuros proyectos y exposiciones, puede dar paso a una estética definida por muros, estructuras e instalaciones interactivas y con movimientos tan fascinantes como funcionales, aseguran.

Estos ladrillos inteligentes y giratorios se pueden ensamblar en todo tipo de configuraciones; utilizar en esculturas, paredes, barandillas, espejos, separadores, cercas, tabiques y fachadas, y mostrar contenidos digitales, así como responder a los movimientos de quienes pasan cerca.

Además, los ladrillos son personalizables en tamaño, forma, material y color, lo que hace que cada instalación sea única.

“Este nuevo medio, que desdibuja las separaciones entre lo que se considera una obra de arte, una infraestructura arquitectónica y una pantalla digital, permite crear instalaciones cautivadoras que ofrecen información relevante y experiencias únicas”, apunta Andrew Zolty, cofundador y jefe de diseño de Breakfast.

Pared llena de magia

El estudio ha construido con esta tecnología una máquina similar a una pared metálica que funciona como un espejo, llamada Brixel Mirror, la cual interactúa con el usuario (https://youtu.be/Z-5cVpWhp30); mide de 5,5 m de largo, 1,80 m de alto y unos 25 cm de espesor, y se compone de 540 ladrillos giratorios, según Zolty.

Brixel Mirror, que es de acero y aluminio (de color negro mate por una cara y, con la otra, pulida en forma de espejo), se controla mediante un teléfono inteligente. Sus bloques rotan a una velocidad máxima de 60 rpm y pueden reproducir distintos contenidos, textos y experiencias interactivas, señala este estudio.

La persona que los contempla también puede hacer girar los brixels, para formar figuras fugaces sobre el Brixel Mirror, al desplazar su mano en el aire, de izquierda a derecha o a la inversa.

Cuando no hay nadie en frente, los brixels pueden reproducir animaciones en movimiento, al girar y colocarse en distintas posiciones, o informaciones, creando números y letras mediante los espacios y colores positivos y negativos, generados por los ladrillos giratorios al cambiar rápidamente de posición, añaden.

Estructuras con vida

“Los movimientos de brixels son lo suficientemente precisos como para crear un movimiento orgánico y fluido. Además, cada bloque lleva incorporada una luz led que lo ilumina desde su parte inferior, confiriéndole una apariencia y generando experiencias diferentes cuando el sol se pone”, explica Zolty.

Los diseñadores de este sistema enfatizan que los componentes esenciales están alojados en un soporte central en torno a un eje, permitiendo que cada brixel gire sin cesar en cualquier dirección, sin cables que se enreden ni anillos deslizantes.

Destacan que el sistema lo controla una computadora situada en el corazón de la instalación, admite infinidad de filas y columnas de bloques, y se puede comandar y actualizar a través de una aplicación informática.

Breakfast también ha proyectado la escultura Brixel Globe con forma de globo, formada por 2200 brixels, en la que una persona podrá caminar y observar cómo sus movimientos se reproducen sobre las paredes; un panel para aeropuertos en el que los bloques colgantes muestran notificaciones de vuelo y un separador de interiores de color madera para vestíbulos.

“Estamos hablando con varias industrias e individuos sobre diseños y aplicaciones radicalmente diferentes, como mucho más que simplemente arte cinético (en movimiento)”, adelanta a Efe Andrew Zolty.

“Algunas instalaciones de brixels serán piezas interiores de gran escala que abarcarán paredes de varios pisos de altura, otras serán la cara de un edificio o una estructura exterior y algunas serán piezas tridimensionales independientes que se introducirán en las plazas públicas”, añade este diseñador.

Para finalizar, adelanta que también están explorando cómo pueden aprovechar esta tecnología para desarrollar otras piezas funcionales, como puertas, escaleras y caminos; todos ellos cinéticos.

EFE Reportajes • Fotos BREAKFAST Studio NY.

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