Landmania

El Paraguay fue uno de los puntos de encuentro de la gran familia de Land Rover. La caravana de la marca británica tuvo en sus filas a Argentina, Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú, en una ruta que incluyó a nuestro país con destino al Brasil, donde se realizó el décimo encuentro de landroveros.

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Remanso recibió a los fanáticos de esta marca. Diferentes modelos ubicados uno al lado del otro llamaban la atención de transeúntes y conductores de vehículos. Cada uno con el sello personal de sus propietarios y el cariño puesto en mantener la originalidad o darle un toque personal.

Más allá de los detalles, un hecho resaltante es el rasgo que distingue a los participantes de este gran encuentro, que eligió al país vecino Brasil como sede de encuentro. Esa cualidad es la solidaridad y amistad. 

“Es la primera vez que estoy participando de una experiencia internacional. En mi país sí voy de arriba abajo con mi camioneta”, cuenta, con entusiasmo, el ecuatoriano Santiago Andrade.

Cada suelo fue único, todos con una particularidad especial. “El disfrute del Paraguay fue el tereré y la cerveza, que no faltó un solo día”, bromeó Santiago.

Su pasión nació desde muy chico. “Vi uno de estos autos y me enamoré; luego, leyendo la historia de la marca, mi amor fue creciendo. Es para sacarlo a pasear. ¡Es imposible tenerlo guardado! Formar parte de esta expedición, sin duda, fue maravilloso y ver a los gringos tomar fotos de nuestras Lands en el Salar, ¡mucho más!”, dice riendo alto.

Para todos, la experiencia en el Salar fue sensacional. “El reflejo en la sal, como si de un auténtico glaciar se tratara, fue sencillamente maravilloso. A la noche, la experiencia es mucho más impactante. Vivir esos momentos con este carro fue doblemente maravilloso. Los itinerarios elegidos fueron atractivos para los ojos, y para poner a prueba a pilotos y vehículos”.

Rosendo Vargas viaja desde Bolivia con sus hijos y se unió a la expedición en Las Lomitas, Argentina. “Muchos nos estamos relacionando en esta travesía. Tenemos un grupo de WhatsApp en el que nos comunicamos, pero con este viaje nos estamos viendo el rostro”.

Desde Colombia llegó Felipe Pilonieta y su esposa, Paula, junto con Thiago, su mascota pequinés. “El viaje fue maravilloso. Demostramos que uno puede viajar con su mascota y no dejarlo a su suerte o encerrado en la casa. Con los papeles en regla es fácil traerlo; al fin de cuentas, es uno más de la familia. Las fronteras son amigables, así que no tuvimos problema alguno”, explica Felipe.

Su esposa, Paula, agrega que fueron muchas horas de viaje; aún así, el trayecto fue agradable, con bellos paisajes, y demostraciones de solidaridad y confraternidad. “La solidaridad de los landroveros es increíble”, confirma Paula, al tiempo que su marido agrega que no son de un país en específico. “Somos ciudadanos del mundo. No importa de dónde eres; te queremos”.

Adán Sebastián Gutiérrez cuenta que conocieron seis países antes de llegar al Paraguay y recorrieron un total de 8100 km. “Todo está siendo superchévere; hay sorpresas, aventuras, y los carros respondieron bien”.

No podía ser de otra manera. Les tomó un año planear este encuentro y todo salió a pedir de boca. Fortalecieron lazos de amistad y enriquecieron cultura. “Demostramos que el espíritu de la marca es muy fuerte, muy chévere, realmente”.

En su familia tienen nueve modelos. “Crecí con estos autos y les fui tomando cariño, pero más que al auto, a las personas que eligen esta marca”, asegura.

Juan Diego Franco y Carlos Gordillo viajaron desde Bogotá en un modelo del 65, de color verde inglés. “Nos preparamos mentalmente para avanzar y llegar. Felizmente, cada país tiene sus paraísos y estamos pasando muy bien, disfrutando de esta experiencia”.

Federico Palacios, representante del Paraguay y anfitrión, afirma que, en el futuro, buscan desarrollar nuevas iniciativas para seguir manteniendo el listón muy alto. “Realmente, somos una gran familia. Cuando organizamos actividades, vamos todos: hijos, mascotas, esposas; todos. La pasamos muy bien. En esta expedición conjugamos el placer de la conducción con seguridad y respeto absoluto hacia el medioambiente por el que transitamos”.

En fin. Landroveros, landmania. Una marca resistente al tiempo y el corazón. “Son vehículos que tienen más vida que la humana”, exclama Federico, haciendo alusión a que pueden resistir más que uno.

De hecho, en la expedición se vieron modelos de la década de los 60 en perfectas condiciones. ¿Cómo surge esta idea? La idea de esta expedición surgió del grupo Land Rovers de las Américas, que nació el 2 de febrero del 2017 y cuenta con 240 miembros en 25 países. El propósito fue crear un espacio de camaradería y conexiones entre los propietarios del mundo. Varios de sus miembros colombianos viajaron el año pasado en avión hasta Brasil, para asistir a un encuentro y, tras regresar de nuevo a casa, se les ocurrió volver el año próximo, pero con sus propios vehículos. Lo que en un principio parecía una idea descabellada se acabó convirtiendo en una realidad.

Un ícono

La marca original no es solo un ícono del automovilismo, sino también uno de los vehículos favoritos de la reina Isabel II. A través de los años, transportó a la reina en un sinnúmero de actos solemnes y la monarca fue fotografiada en las camionetas.

Historia

En 1947, los hermanos Wilks, directivos de la fábrica inglesa de Rover, tuvieron la idea de producir un todoterreno para el público civil. Para ello, utilizando el robusto chasis de un Jeep Willys de la Segunda Guerra Mundial, adaptaron de Rover un motor de gasolina, una caja de cambios y el eje trasero; con todo ello realizaron un prototipo. Al principio, el puesto de conducción iba al centro del asiento delantero, pensando en su uso en los diversos países con conducción hacia la derecha o izquierda. La idea no prosperó. La carrocería del primer modelo era de líneas rectas, construida con paneles de aluminio remachados para obviar la escasez de hierro de la época. Un grupo de tres sencillos asientos delanteros sobre un cajón metálico transversal, junto con dos banquetas situadas en sentido longitudinal en la parte trasera, permitían transportar a nueve personas. El techo era de lona, con un armazón metálico para sujetarla. Las puertas delanteras, desmontables en su mitad superior, disponían de cristales corredizos. Finalmente, en 1948, fue presentado en el Salón de Ámsterdam y, en 1949, se inició la fabricación.

ndure@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Virgilio Vera/Gentileza.

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