Lectura del siglo XXI

Un interesante proyecto innovador que pretende revolucionar la forma de aprender en el aula es la propuesta de la Biblioteca Electrónica El Lector. Se trata de Bel, un dispositivo electrónico que facilita la lectura y el acceso a la información digital de una manera práctica y ágil.

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Una atractiva forma de aprender en el aula propone la editorial El Lector a través de Bel, un dispositivo tipo tableta que, además de contar con sistema Android y la misma rapidez de un smartphone, contiene aplicaciones didácticas e interactivas —diccionarios en diferentes idiomas, mapas, juegos de ajedrez y sudoku, panel de dibujo, tomador de apuntes, navegador web, entre otras—.

Y lo más importante: la inclusión de 500 obras de autores nacionales y universales, condensadas en colecciones publicadas por la editorial en todos estos años y seleccionadas conforme a las orientaciones pedagógicas del Ministerio de Educación y Cultura.

“Revolucionará la manera de acceder al conocimiento. Es, esencialmente, la forma de leer en el siglo XXI: una manera práctica y ágil de acceder a la lectura y la información digital, como si fuera un libro impreso”, asegura Pablo Burián, director general de la editorial, quien lleva adelante el proyecto, que fue lanzado el martes 21, en el Centro Cultural El Lector.

Si bien anteriormente habían ofrecido un dispositivo similar, esta entrega responde a una serie de etapas que Burián se había propuesto, conforme al proyecto que tiene como ideal y sueño. “Con el tiempo se van ajustando las cosas”, comenta. Una de las innovaciones más importantes de este nuevo dispositivo es el contenido, con el objetivo de enriquecerlo y, a la vez, llenar las expectativas de los estudiantes, maestros y lectores en general. “Es así que pudimos trabajar en forma temática con libros de varios géneros: historia, literatura, filosofía, ciencias jurídicas y, en medio de todo, incluir colecciones”.

De aquel primer Bel, el aparato ha cambiado. Sigue siendo tipo tableta, pero diseñado exclusivamente para leer; cuenta con una pantalla táctil especial, batería de larga duración —unos 30 días, según el uso— y una cubierta protectora magnetizada. “También, a través de él, gracias a su velocidad, se pueden comprar libros, leer diarios, investigar. Todo esto es lo que ofrece Bel”.

Cuenta que, en este momento, está en negociaciones con los autores y sus herederos, respecto a los derechos de autor. “Pocos podrán decir que no querrán leerlo, porque realmente atrae a la lectura”. Luego de aquel primer Bel, han implementado ideas nuevas, con el propósito de promover la lectura. Pero, como todo lo referente a la cultura, en nuestro país es a largo plazo. “Realmente tiene un proceso lento, en todos los ámbitos, no solo en el educativo. Ninguno de los Gobiernos les ha dado prioridad a la educación y cultura; no hay inversión, no solo en estos, sino en todos los ámbitos. Debido a la falta de educación, estamos atrasados y hay más miseria”.

Burián resalta que, a pesar de que el Paraguay tiene el mismo acceso al conocimiento que cualquier país del mundo, la inequidad existente hace muy difícil que los niños y jóvenes puedan acceder a libros y menos a la tecnología. Justamente, en cuanto al tema, enfatiza que están lanzando estos dispositivos en forma económica. “En su mayoría, los libros que contiene son económicos, de manera que pueda estar al alcance de todos”.

Destaca que lo más importante es lograr un mecanismo que llegue a los estudiantes. Considera que las inversiones realizadas en 5000 bibliotecas a través de la fundación El Lector y el programa Paraguay Lee nunca serán suficientes, porque se necesitan muchos más libros de los que han entregado. “Lógicamente, para que se tenga acceso a los libros electrónicos, es necesario que la sociedad se involucre: los padres, maestros y las autoridades —que hasta hoy no priorizan la educación ni la tecnología—.

En la mayoría de los municipios y gobernaciones no tienen interés. Los políticos dicen que se preocupan por su gente, pero la mejor manera es invertir en educación. Porque la única forma de salir de la pobreza es mediante la educación”, insiste.

Enfatiza que este es uno de los mayores desafíos de su vida. “Como proyecto de lectura masiva en el país, este es uno de mis pasos más gigantescos en 44 años al frente de El Lector”. Constituye una verdadera apuesta, porque desea involucrar a todos los ciudadanos, en vista de todas las dificultades que hay en el país en cuanto a la formación de recursos humanos. “Antes de partir, quiero ver un país de lectores. Y creo que con este dispositivo, económico, innovador y al alcance de todos, podemos lograrlo”.

mpalacios@abc.com.py

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