Cargando...
En el 2017 se recibió de licenciado en Canto lírico/ópera en el Conservatorio Nacional Superior de Música y de Danza de París. Actualmente cursa el máster y su recital de examen será el próximo 20 de junio. Juan José Medina nació en Mariano Roque Alonso –es Ciudadano de Honor 2013– y son cuatro hermanos, todos dedicados al arte. Sus padres son Darlis Zunilda, ama de casa, y Pastor Manuel, jubilado de la ANDE. Nuestro entrevistado realizó sus estudios en colegios públicos. A nivel de canto, estudió ocho años con la profesora Svetlana Evreinoff. “Fui buen estudiante, abanderado, cumplía con mis estudios y la música. Solía cantar en fechas destacadas, y en los intercolegiales siempre ganaba el primer puesto; todos felices: la directora, los profesores, mis compañeros y yo”, comenta con sincero orgullo.
-¿Cómo llegaste a Francia?
-A los 12 años escribí una novela, en la que mi familia y yo visitábamos París. Dos años después, este sueño se hizo realidad, porque fui como integrante del grupo folclórico Alma guaraní a participar en festivales en Bélgica, Francia e Italia; cuando estuve en París, lloré de emoción y me prometí regresar. A los 16 años viajé con una delegación de jóvenes de la Red de Escuelas Asociadas a la Unesco, para cantar en un Encuentro de Jóvenes del Mundo, en Toulouse. En el 2009 canté en la sede principal de la Unesco, en el día de los DD. HH. El 2010 cambiaría mi vida; canté en un evento solidario por Haití. El día del concierto, un barítono, Hugues Georges, me escuchó y me dijo: “Tienes una hermosa voz. Si quieres, puedo ser tu profesor de canto”.
-Quedarte implicaba estabilidad, hogar.
-La familia que me había acogido me dijo: “Juan, si es por tus estudios, te puedes quedar acá en la casa”. Llamé a mis padres y les dije: “Ya no vuelvo al Paraguay, me voy a quedar a estudiar en Francia”. En setiembre del mismo año ingresé al Conservatorio de Clermont-Ferrand, en el que estudié canto con la profesora soprano Viviane Durand. En el 2014 ingresé como primer tenor paraguayo al prestigioso Conservatorio Nacional Superior de Música y de Danza de París. Pensar que cuando era pequeño miraba biografías de grandes compositores franceses que estudiaron en el Conservatoire de Musique de París y ahora yo estoy aquí.
-¿Cómo afrontaste lo económico?
-La familia Seigneuric me ofreció todo lo mejor para comenzar mis estudios; estuve casi cuatro años con ellos. Yo no tenía dinero. Hacía algunos conciertos para sacar algo para mis gastos. Luego comencé a trabajar durante dos años como director de un coro.
-¿Qué tal el idioma?, ¿hablabas francés?
-Sí, aprendí francés en la Alianza Francesa de Asunción. Comparto una anécdota: cuando fui a inscribirme, supe que el costo era bastante alto para mi situación económica, así que hablé con el director de la Alianza y le propuse un trueque: clases de francés a cambio de mis presentaciones artísticas cantando ópera y melodías francesas. Llegamos a un acuerdo. Siempre digo que no hay que tener miedo ni vergüenza para golpear puertas.
-Llegaste barítono y te convertiste en, así te dicen, “Le ténor guaraní”
-En el 2012 me cambió la voz. Cuando cursaba mis estudios en el Clermont-Ferrand, durante una audición, comencé a cantar un aria de ópera para barítono. El jurado me interrumpe y me pregunta si conozco un aria de ópera para tenor, le dije que conocía el famoso dúo del brindis de La Traviata. Después de escucharme cantar, me dijeron: “Usted no es un barítono, sino un verdadero tenor. Le daremos una lista de repertorio de joven tenor”. Tuve que comenzar a trabajar todo un nuevo repertorio operístico.
-¿Qué presentación fue la más importante para vos?
-Hay varias que considero muy valiosas para mi carrera, como la de Toulouse, en la que conocí a mi familia acogedora. En la Galería Dorada del Banco de Francia canté para altas autoridades del Gobierno Francés. En Ekaterimburgo (Rusia) fui invitado para ser jurado en una competición internacional.
-¿Cómo te presentás en el ambiente artístico?, ¿cómo te tratan los franceses?
-Siempre digo que soy tenor paraguayo. Los franceses siempre me trataron muy bien. Aquí se valora el arte. Sin la ayuda de mis mecenas y el Gobierno francés, jamás podría haber estudiado en París, una de las ciudades más caras del mundo.
-Otros artistas paraguayos precisan información. ¿Sos de compartir datos, contactos?
-Soy solidario. Me encanta compartir mis conocimientos y experiencias como artista paraguayo en el extranjero. En el 2016 di una conferencia en el Conservatorio Nacional (Asunción). También me siguen por mi cuenta de Facebook e Instagram (@jjmedinatenor).
-¿Qué le falta al canto lírico paraguayo?
-Conservatorios, teatros, profesionales, alumnos que puedan tener tiempo para trabajar con su profesor/a, pianos, salas de ensayo, partituras, oportunidades y becas para viajar al extranjero.
Entre París y la nostalgia
A días de convertirse en máster, Juan José trabaja dando recitales y participando en concursos internacionales de canto. Un día normal toma sus clases de canto y teatro –como lo exige la ópera–, estudio de roles, conjunto vocal, clase con un tutor para la tesina de grado máster. Para su tesina, eligió el tema “Evolución de las compositoras en Francia desde el siglo XVIII a inicios del XXI”. Además del canto, le gusta cocinar; su especialidad son las empanadas y el chipá guasu. “Vivo con mi esposa, Gabriela Rodríguez Santacruz, y mi hijita perruna, Mía, en un apartamento muy bonito con vista al Parque de Villette”, detalla.
-¿Cómo sentís a tu país en la distancia?
-Lo que siento hoy mismo es una desilusión del Gobierno paraguayo por la falta de apoyo. Tal como a Mangoré no lo apoyaron cuando más lo necesitaba. No recibí ninguna beca del Gobierno paraguayo en los nueve años de estudio en Francia y me cansé de pedir. Debería ser normal apoyar a los jóvenes que quieren ir o ya están perfeccionándose en el extranjero. Primero te dicen que cuando estés en el máster y, cuando estás en el máster, te dicen que no hay becas para artistas. En el Paraguay hay dinero, pero no para la educación. También, la realidad es que el Paraguay está muy atrasado en los convenios internacionales. Volviendo a tu pregunta, veo al Paraguay como un lugar para desconectarme y disfrutar del contacto con la naturaleza.
-¿Pensás regresar?
-Como cantante, uno viaja mucho. Cuando culmine mis estudios, probablemente, me quede en Europa. Al Paraguay quisiera ir una vez por año. No me arrepiento de haberme ido, pero sí tengo nostalgia. Uno extraña, sobre todo en Navidad, los cumpleaños familiares. No es fácil estar lejos de tus seres queridos, pero para triunfar hay que hacer sacrificios.
lperalta@abc.com.py • Fotos Gentileza.