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Antonella Cavallari lleva poco más de dos años como embajadora de Italia en el Paraguay, y afirma que ha sido extraordinario el cambio y el progreso que pudo ver en nuestro país en este corto lapso. “Lo mejor es que el crecimiento no solo se observa en Asunción. Me quedé impresionada por el desarrollo que pude notar en el interior del país, especialmente en Encarnación. Cuando llegué, recién se empezaba a construir la costanera y ahora está llena de restaurantes, cafés y otros comercios que denotan el crecimiento”, afirma.
Pero remarca, con especial efusión, “el hecho de compartir muchas cosas y vivir como en una gran familia; es realmente muy lindo del Paraguay. Es algo que llama la atención, porque se vive como en una única y gran familia. Uno se siente cuidado, querido. Da una muy buena impresión. Tal vez porque Asunción no es una ciudad muy grande y todavía se tiene esta dimensión más humana. Es algo que llama la atención, sobre todo a quien está acostumbrado a vivir en ciudades más grandes, más frías. Entonces, se tiene esta sensación de familia”.
Entre Italia y el Paraguay “las relaciones bilaterales son muy buenas, obviamente porque se basa en un lazo muy antiguo, ya que el 30 % de los paraguayos tiene sangre italiana; entonces, es algo que nos une desde hace mucho tiempo”, y refiere además que, a finales del 1800, miles de italianos vinieron a estas tierras e hicieron una importante contribución para la construcción de este país, que venía de un periodo muy difícil. “Entonces, los italianos dieron un apoyo muy importante como para arrancar y esto es algo que se mantiene hasta ahora, porque son muchos los empresarios italianos que apuestan a este país. Ahora, por ejemplo, que llegan con ideas innovadoras, equipos de última generación, vienen para crear empresas mixtas con los paraguayos. Cuando vine, recuerdo que había como dos o tres empresas italianas y ahora hay como 20. Hay un progreso importante. He trabajado muchísimo para que se conozca más del Paraguay en Italia y he acompañado el esfuerzo de las autoridades paraguayas que han logrado una apertura importantísima. Es verdad que el Paraguay es el tesoro mejor escondido de América. ‘Solo que ahora ya no está tan escondido’, dije una vez, porque los diplomáticos están haciendo un excelente trabajo presentando al país como una tierra de oportunidades, en la que se tiene todo para lograr un desarrollo sustentable”.
Cultura
Uno de los puntos en los que la diplomática hace especial hincapié es la cultura. Cavallari asegura que cada pueblo tiene una forma de expresión que le distingue de los demás y la cultura es la mejor forma de darla a conocer. Explicó que su trabajo se centra en la difusión cultural por medio de la música, el teatro y el cine. En este último punto, mencionó que una de las formas que encontró, para que llegue a todos, es cediendo filmes italianos al Centro Cultural del Lago, de Areguá, para su proyección de manera gratuita en el lugar.
Año de Italia
El 2015 es el Año de Italia en América Latina, una iniciativa del Ministerio de Relaciones Exteriores de dicho país con la que se pretende expandir las riquezas culturales de esta nación en toda la región y para la cual ya se cuenta con un nutrido calendario en el Paraguay. Se trata de una cartelera de actividades que incluye muestras de arte, cine, música, teatro, moda, diseño y literatura, con las que también se pretende crear las premisas de una mayor integración cultural.
Becas para el Paraguay en Italia
Cavallari habló como uno de sus mayores logros la ampliación de cupos para becarios paraguayos en Italia. Resaltó la importancia y el progreso que conlleva la formación internacional, no solo por el nivel de la enseñanza en su país, sino por la apertura mental que significa para quienes tienen la oportunidad de conocer Europa. “Se toma una gran consciencia en cuanto a desarrollo, ideas, el cuidado del medio ambiente, la importancia de reciclar y generar proyectos sustentables en todos los niveles”, señaló. Las becas están repartidas en distintas universidades del país y abarcan diversas áreas, como arquitectura, relaciones exteriores, economía y otras que quedan disponibles.
Familia
Antonella Cavallari vive en nuestro país junto con su esposo, Gherardo La Francesca, y sus dos hijos. A diario reparte su tiempo entre su ajetreada agenda laboral, su rol de madre, esposa y, muy especialmente, su amor por los animales. Además de su perro Bolt, un golden retriever, empieza su día con Romeo, su caballo, con el que entrena en el Club Hípico de Mariano Roque Alonso. Afirma que su familia está muy contenta en nuestro país y que, incluso, el menor de sus hijos quiere quedarse a vivir en el Paraguay.
mbareiro@abc.com.py