En compañía del Ing. Agr. Msc. José Alfredo Salinas Daiub, de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg), fue posible llegar a varios establecimientos rurales del departamento de Ñeembucú y conocer parte de la producción agrícola y ganadera de la zona. Actualmente, según indicó el profesional, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) trabaja de cerca con pequeños, medianos y grandes productores mediante el servicio de asesoramiento técnico. Igualmente, llega a las compañías y distritos aledaños, los cuales deben aplicar la diversidad de rubros para lograr el sustento del hogar.
HORTICULTURA FAMILIAR
En la zona conocida como Cambacuá, Valle Apu´a, distante a unos tres kilometros de Pilar, el productor Juan Ramírez se dedica a cultivar rubros hortícolas desde hace dos años, entre ellos: lechuga, acelga, remolacha, zanahoria, espinaca, apio, perejil, orégano, piña, batata y cebollita de hoja; todos para el autoconsumo y la renta. De acuerdo a Ramírez, por su estatus de pequeño horticultor, la necesidad es incorporar la tecnología en su finca, mediante sistemas de riego e invernaderos, al igual que un medio de transporte para llevar su producción a la ciudad y poder comercializarla. A la fecha, la venta se realiza en su propia casa y la huerta tiene una superficie de 2500 m².
La iniciativa de la huerta familiar fue posible mediante un crédito a cuatro años y gran parte de la instalación del local fue ejecutada por el horticultor, a fin de abaratar costos. Desde la mirada de los técnicos de la zona, la horticultura es un rubro muy importante para los habitantes de Ñeembucú, teniendo en cuenta que disponen de pequeñas superficies de tierra. No obstante, para lograr la continuidad de un emprendimiento o proyecto productivo es imprescindible contar con tecnologías, conforme a lo señalado.
GANADERÍA
Gran parte del territorio de Ñeembucú se caracteriza por suelos pobres y la presencia de humedales. A pesar de esto, la pecuaria a pequeña escala también forma parte de los rubros de las familias rurales. La venta de desmamantes y la producción lechera, para el posterior procesamiento y elaboración de queso, son las principales actividades. Entre los recursos forrajeros disponibles pueden citarse la avena negra, el pasto camerún, la Braquiaria brizantha, la caña de azúcar y el pasto elefante enano (Cultivar Mott); esta última, una especie de gran potencial en la zona, implantado desde hace unos quince años aproximadamente. Según el práctico rural Pedro Velásquez de la localidad de Capillita, Desmochados, distante a unos 40 km de Pilar, el elefante enano puede aprovecharse como pasto de pisoteo. La especie es resistente y se mantiene con esta práctica, ya que aprovecha la fertilización natural de los vacunos, es decir, el estiércol y la orina. Igualmente, puede usarse como pasto de corte. Los rendimientos en leche del ganado criollo con el consumo de este pasto alcanzan entre uno y dos litros más que con otras especies forrajeras. Cabe mencionar que los pequeños pecuaristas realizan la asociación de cultivos para la alimentación de vacunos. Esto implica una rotación en pasturas cultivadas y naturales, sin olvidar la sal mineral y los cuidados sanitarios respectivos.
MANDIOCA COMO ALTERNATIVA DE PROCESAMIENTO
La mandioca es un rubro de suma utilidad en las unidades productivas. Las raíces se consumen diariamente en la finca para el sustento alimenticio familiar; también como forraje para animales y para la obtención de almidón tipo artesanal en ciertas épocas del año.
Teniendo en cuenta el gran potencial de este rubro y los conocimientos agronómicos de los productores del distrito de Desmochados, la DEAg —desde su departamento técnico— consideró las oportunidades que ofrece la mandioca en manos de los productores. El objetivo es dar valor agregado a la materia prima, a fin de utilizarlo en el hogar o, incluso, comercializarlo.
Como los trabajadores del campo, en su mayoría, ya conocen cómo conseguir el almidón, otra opción es la elaboración de harina de mandioca o mandi´o ku´i. Su proceso es muy sencillo.
En la actualidad, el volumen cosechado de mandioca por área de cultivo supera ampliamente a otros rubros. Sin embargo, presenta limitaciones para su conservación en forma fresca, por su alto contenido de agua y el irreversible deterioro fisiológico. Existen alternativas tecnológicas que permiten un mayor aprovechamiento de las ventajas comparativas de la mandioca. La incorporación de equipamientos e infraestructura permiten obtener derivados con varias aplicaciones de uso, que se conservan en el tiempo, como ser popi, typyraty, almidón, harina de mandioca y otros.
HARINA INTEGRAL
Para obtener la harina de mandioca, primeramente, el productor cosechará la raíz, mediante arranque manual, y las trasladará a la planta procesadora. Es importante que las raíces sean procesadas entre las 24 y 48 h después de la cosecha, porque la descomposición después de ese período aumenta rápidamente y el producto final resulta de mala calidad.
Luego, las raíces se pesan en básculas para después lavarlas y descascararlas. Es recomendable eliminar la tierra e impurezas adheridas a las raíces. A nivel industrial pueden utilizarse lavadores mecánicos accionados por motores. A pequeña escala, esta tarea puede realizarse manualmente.
Una vez limpia la materia prima, se procede al corte y picado. En algunos casos se utiliza una máquina especial para el efecto. Los trozos o láminas de mandioca deberán exponerse al sol para el secado o deshidratado. Durante jornadas con poca nubosidad, buen sol y bajo porcentaje de humedad, este proceso dura entre cuatro y cinco horas, lográndose reducir el contenido de agua de 65 % a niveles de 12 y 14 %. Así, el popi (mandioca seca) se convierte en un producto conservable y almacenable por largo tiempo (seis a 12 meses). Para lograr mejores condiciones de higiene es posible efectuar el secado sobre bandejas especiales, elaboradas con madera, tejido plástico, malla de alambre u otros. Una vez seca la mandioca, ya está listo para el molinado. Dicha operación también se lleva a cabo con implementos especiales que permitirán la obtención de un producto fino, apto para su inmediata utilización en la elaboración de diversidad de platos.
JORNADA TÉCNICA
El pasado viernes, profesionales técnicos de la DEAg-MAG llevaron a cabo una jornada técnica, teórico-práctica sobre: “Procesamiento y utilización de la mandioca a pequeña escala”. Fue en la municipalidad de Desmochados, departamento de Ñeembucú. De la actividad participaron más de 50 personas, en su mayoría productores rurales. El capacitador fue el Ing. Agr. Agr. Moisés Vega, especialista en cultivo de mandioca y el coordinador fue el Ing. Agr. Alfredo Salinas Daiub. Apoyó la jornada, el técnico local, José Agüero y el diario ABC Color.
La temática consistió en compartir experiencias sobre el cultivo de mandioca, además del manejo correcto del rubro durante la siembra, cosecha y procesamiento. Los asistentes actualizaron sus conocimientos sobre tecnologías de producción, de manera a diversificar sus fincas.
(*) Horticultor de Cambacua, Valle Apu´a
(**) Especialista en mandioca. DEAg-MAG