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Los lobos marinos y las focas son mamíferos que poseen un particular parecido, sin embargo, existen ciertas características que los distinguen.
La Dra. Stella refiere que “los lobos marinos son mamíferos de una sola aleta, emparentados con las focas, pero se diferencian de estas por varias características, por ejemplo, los lobos marinos presentan pabellón auditivo y las focas carecen de ellos”.
“Los lobos marinos presentan un cuello largo, flexible y bien definido, sus miembros flexibles y su aleta trasera, en tanto, las focas no presentan cuello bien definido; los lobos marinos tienen el pelo delgado, corto y áspero, en lugar de suave y grueso como las focas, estas para desplazarse, arrastran su cuerpo, mientras que el lobo marino utiliza sus aletas como patas”, añade.
Además resalta que los lobos marinos “son carnívoros con extremidades cortas transformadas en aletas, poseen membranas interdigitales y se caracterizan por su inteligencia y sus ruidosos sonidos, existen dos especies: el lobo marino de un pelo (Otaria flavescens), conocido también como lobo marino sudamericano, es una de las especies de mayor porte, el macho adulto pesa 350 kilos, y mide 2,3 metros de largo; la hembra adulta no supera los 200 kilos”.
“El lobo marino llamado de dos pelos (Arctophoca autralis), propia del hemisferio sudamericano, es más pequeño y elegante, el macho adulto pesa 160 kilos y la hembra 50 kilos”, acota.
Las crías miden 50 centímetros, la madre permanece al lado observándola y lamiéndola. El amamantamiento dura de seis a siete meses y permanecen un año con la progenitora, la que está en condiciones de reasumir su actividad sexual, a poco de parir”, afirma la doctora.
“Se comunican con un sonido similar a los ladridos”, según señala, “y son carnívoros, se alimentan de peces, pulpos, calamares, consumen aproximadamente 10 kilos de alimento cada vez”.